Sálvame siempre se ha caracterizado por gozar de colaboradores totalmente entregados al show. Belén Esteban, Kiko Matamoros, Mila Ximénez... todos ellos han comentado noticias ajenas, pero en ocasiones ha visto su propia vida privada implicada para entretenimiento del espectador. Si ello ocurre es porque el programa de La Fábrica de la Tele es un formato que está vivo, que cambia continuamente, inventando nuevas tramas o retomando otras pasadas que afectan directamente a este o aquel personaje del mundo del corazón patrio. Sin embargo, sea por contrato o simple respeto hacía algunos colaboradores, o por ser temas demasiado dolorosos o incómodos, el programa ha silenciado algunas noticias que podrían haber dado horas de tertulia en los programas Mediaset.
Las Campos, por ejemplo, son unas de las más protegidas por la cadena. Sorprende la sutileza con la que se han tratado los últimos escándalos de Bigote Arrocet y Maria Teresa Campos, con posibles infidelidades de por medio. Hace unas semanas, se rumoreó sobre un posible veto de la presentadora a la "amiga" de Bigote, Gema Serrano, en el Deluxe, aunque finalmente se demostró que la muerte de la Veneno había motivado esa ausencia. Las buenas relaciones que tiene con La Fábrica de la Tele, casualmente la productora de Las Campos, pudieron suavizar la situación hasta que todo el mundo comprobó que su testimonio era inofensivo para la felicidad de la pareja.
Uno de los más discretos, Kiko Hernández, ha conseguido que no se hable nada de su vida privada en todos los años que lleva el programa en emisión. A cambio, ofrece sus particulares "bombas" que se han convertido en algo imprescindible en el programa. Hasta hace unos meses no sabíamos su intención de ser padre, una bonita noticia que decidía compartir en directo como agradecimiento a la audiencia. Sin embargo, otras noticias menos amables sobre el colaborador han sido mucho menos tratadas. En marzo de este año, era declarado culpable de un delito de apropiación indebida tras quedarse con 14.000 euros de un cliente de su inmobiliaria. El Juzgado de lo Penal número 26 de Madrid condenó al colaborador a 6 meses de prisión y a devolver los 14.000 euros al cliente. El programa decidió mandar al colaborador de vacaciones, que se despedía desafiante ante la cámara: "Me voy de vacaciones, no a la cárcel".
Otra de las protegidas es Paz Padilla. La presentadora se veía envuelta en junio de 2015 en un escándalo al ver como su novio era detenido junto a otros altos cargos de la Junta de Andalucía, acusados de fraude en los cursos de formación. Durante unos días, se pudo ver a la presentadora seria, ausente, menos fresca de lo habitual, sin embargo, no se habló del tema. Paz Padilla nunca se ha sentido cómoda hablando de su vida privada y saca las uñas cuando alguien intenta hacerlo. Se puede recordar la amargura y la tensión de la humorista durante su boda con Juan Vidal, celebrada este verano en una playa de Cádiz, tras ver a los periodistas intentando capturar el momento.
Llama también la atención el cuidado con el que tratan a su gallina de los huevos de oro, Belén Esteban. La colaboradora decidió confesar "su enfermedad" -ésa que Toño Sanchís supo explotar durante años- sin dar en muchos más detalles sobre la misma. El programa evita hablar con palabras más directas y prefiere usar coletillas como "su problema" o "cuando estaba malita". En este caso y al tratarse de un tema tan delicado, es comprensible la deferencia que tienen con la colaborada, pero, ¿han tratado igual el tema con José Fernando?. La imagen del hijo de Ortega Cano, saliendo en mal estado y con la cara descompuesta de un bar madrileño y la posterior pelea con su tío, fue emitida en directo.
No obstante, Sálvame ha cambiado la concepción de la prensa del corazón. Antes dedicada a tonadilleras, princesas y nobles. El programa de Mediaset ha creado un mundo propio, un 'reality show' con sus colaboradores, que durante estos años ha ofrecido momentos impagables que pasarán a la historia de la televisión.