Comenzó el sonado y mediático juicio de Belén Esteban contra Toño Sanchís, o mejor dicho, contra su esposa Lorena. Antes de que el reloj marcase las 9:30 de la mañana, Belén llegó a la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz con rostro serio, al lado de su novio Miguel y atendiendo a todos los medios allí congregados.
Un cara a cara judicial al que no ha asistido Lorena, mujer de Toño Sanchís, a cuyo nombre están puestas las empresas del representante y contra la que, por tanto, Belén ha tenido que dirigir su demanda. Tampoco ha estado, por supuesto, el propio Toño, que según algunas fuentes tenía cita con su fisioterapeuta, aunque también la tenía con El Programa de AR, en directo.
Por la mañana, y tal y como él mismo confirmó a Beatriz Cortázar, Toño fue con su mujer a llevar a los niños al colegio. Pero cuando todos pensaban que iban a ir a Torrejón, el representante optó por irse directamente al fisioterapeuta. Si él no tiene que ir y Lorena no estaba citada por la parte contraria, no era necesario pasar por tan desagradable trance.
Y es que se da la circunstancia de que Lorena no estaba citada por la parte contraria, lo que motivó una de las ausencias más sonadas de la cita: la de la propia esposa de Toño Sanchís.
En el interior del juzgado, Belén Esteban, sonriente pero visiblemente tensa a la entrada, agradeció que no estuviesen en la sala ni Lorena ni Toño durante su declaración. Sólo abandonó la sala un momento, eso sí, para ir el baño, pero lo cierto es que en el interior pudo declarar mucho más tranquila.
Los testigos, como Agustín Etienne, que aseguró también llegar muy "tranquilo" al no ser él acusado, declararon. Durante el día de hoy los gestores declararon sobre el trabajo de la empresa Lorant.
Fue en diciembre de 2015 cuando saltó la noticia. Esteban rompía su relación laboral con Toño Sanchís tras encontrar supuestas irregularidades en sus cuentas. Belén ha mantenido durante todo este tiempo que su exrepresentante le debe más de medio millón de euros de los trabajos que realizó en distintos programas como Los ojos de Belén o las galas de Más que baile.