Después de toda una vida juntos, dos hijos y una relación más que consolidada, el jugador de fútbol Lionel Messi y su novia, Antonella Rocuzzo, han decidido darse el sí quiero en Argentina, el próximo 30 de junio. Un evento rodeado de polémicas y rumores debido a la lista de invitados y no invitados y el despido de su wedding planner la semana pasada.
Bárbara Díez, mujer del Jefe de Gobierno de Buenos Aires y explanificadora del evento del año, puso fin a sus funciones como organizadora de la boda por motivos económicos. Según han desvelado varios medios de comunicación argentinos, habría sido decisión del padre del futbolista, Jorge Messi, que es el encargado de administrar los gastos y las cuentas. Las elevadas cifras económicas que pedía Díez hicieron que el padre de Messi decidiese prescindir de sus servicios.
Anteriormente, ya habría rebajado la lista de invitados a la ceremonia de 600 a 250 personas y habría cambiado el lugar de la celebración de Hotel Puerto Norte de Rosario al casino City Center. La decisión no le habría sentado nada bien a Díez, que se puso "furiosa" y "enervada", según publica ABC. Sin embargo, el futbolista ya tiene sustitutos: Lorena Farina y Adrián Pavia, que cuentan con poco menos de 20 días para planificar el evento.
La segunda polémica es en relación a la lista de invitados. No todos los que comparten vestuario con el argentino tendrán el placer de acompañarle en el día más especial de su vida. 21 jugadores habrían sido los afortunados que asistirán al enlace, aunque ya ha habido algunos que no van a poder estar presentes, como el capitán Andrés Iniesta. El que sí que acudirá será Xavi Hernández junto a su mujer Nuria Cunillera.
Todos los fisioterapeutas, masajistas, recuperadores y médicos del primer equipo, así como el delegado y el responsable de la oficina de atención del jugador, Pepe Costa, estarán en el enlace. Una de las grandes ausencias será la del exentrenador, Luis Enrique, así como Unzué, Robert Moreno, Rafael Pol o Joaquín Valdés que no habrían sido invitados.