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Ana Milán rompe con su último novio tras una vida de muchos amores

La excelente Ana Milán tiene una vida sentimental rica: pese a que los flechazos no duren, sigue apostando por el amor.

La excelente Ana Milán tiene una vida sentimental rica: pese a que los flechazos no duren, sigue apostando por el amor.
Ana en 2020 | Gtres

Es Ana Milán una entusiasta mujer, llena de vitalidad y buen humor que a sus cuarenta y siete años ha vivido una serie de experiencias sentimentales, con dos matrimonios fallidos y cerca de una decena de idilios. Pudiera decirse que ha fracasado en el amor, pero ella no opina lo mismo. Acaba de romper con su último novio en este verano que acaba y no renuncia a encontrar al hombre que pudiera hacerla feliz y ser el definitivo.

Nacida en Alicante en 1973, llamada Ana Belén García Milán, residió luego ocho años en la localidad albaceteña de Almansa, desde donde se trasladó a Madrid para cursar la carrera de Periodismo. En su afán de cultivar varias facetas profesionales también ha sido modelo, aunque se la conoce mejor como actriz teatral y televisiva. A ello ha sumado su otra vocación, la de escritora, contando con varios libros publicados.

Debutó en La Central, teleserie de Antena 3. Y en la pasarela Cibeles como modelo. Su popularidad se inició al aparecer en la serie Camera café, que ahora se convertirá en película, también con el concurso de Ana Milán. En Yo soy Bea era la limpiadora, Sandra Sonsoles. Y Olimpia en Física y Química. Trabajos de gran audiencia que la convirtieron en una actriz muy solicitada. Cuando hay tanto paro entre los actores, ella puede considerarse afortunada. En julio y agosto estrenó la comedia Donde caben dos, Descarrilados, Todos arderán, que es del género de terror, pero sobre todo es la protagonista de By Ana Milán, serie de la que se han grabado ya capítulos de dos temporadas. A esa actividad incesante, la alicantina suma un cuarto libro, la novela Bailando lo quitao, de próxima aparición. También es autora de una función teatral que espera dirigir. Diríase que Ana Milán no está quieta nunca, como si tuviera el baile de San Vito.

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Ana Milán | Gtres

En el amor también su ritmo es imparable y cambia de novio al dos por tres, si nos fijamos en los hombres que han ocupado su corazón en los últimos años. Dejando atrás historias sentimentales de menos calado, se enrolló con un dinámico cantante llamado Paco Morales. Siete años estuvieron juntos, muy acaramelados por las noches. Tanto que tuvieron un hijo llamado Marcos. Llegaron a anunciar su boda y el sitio, en Orense. Pero de la noche a la mañana, quizás se asustaron. No sólo es que suspendieron el enlace: es que se dijeron adiós, muy buenas. Eso sí, quedando como amiguetes. Otra decepción la vivió con Juan Antonio Corbalán, el as del baloncesto, internacional del Real Madrid. Habían hecho planes igualmente para formar su nidito de amor y pasar por la vicaría. Pero parece que fue ella quien de nuevo se echó atrás. Y si Corbalán encestaba muy bien, en este caso no tuvo suerte en la cancha del amor. Y que se nos perdone la cursilada que acabo de escribir.

Ana Milán conoció cierto día, estando en un supermercado, a un hombre que le hizo tilín. Parece que fuera una de esas secuencias de películas americanas donde a una cliente se le cae al suelo una caja de galletas y llega el guapo de turno, se agacha, le da la mercancía a aquella… y a los tres meses se casan. Pues algo parecido le sucedió a Ana Milán. Su encuentro casual fue con Jorge Juan Pérez, que miren por donde, era realizador de televisión. Se gustaron, salieron, entraron, y en 2011 se dieron el "sí, quiero". Un año después se dieron el "ahí te quedas".

No considera Ana Milán, como decíamos al principio, que haya tenido mala suerte en cuestiones de Cupido. Que los flechazos no duraran mucho en la diana le han permitido adquirir mucha experiencia sentimental. Creyó que Fernando Guillén Cuervo iba a ser su gran amor. De ser pareja teatral en la obra Wilt pasaron a ensayar en privado, con cama de por medio. Dada la notoriedad de ambos aparecían a menudo en las revistas del corazón. Comenzaron en 2014 y concluyeron en 2016. Boda y divorcio. Civilizados, siguieron en contacto. Pero claro ella no se dio por vencida porque cree firmemente en el amor, dure lo que dure. Y luego enloqueció por un escritor gallego, Manuel Loureiro, con quien podía cambiar a menudo impresiones literarias, siendo ella novelista. Hasta que se cansaron de contarse argumentos.

Ana Milán nunca ha perdido la fe en los hombres. No es de aquellas que rezongan a menudo: "¡Como son, siempre pensando en los mismo…!" No, no, ella prueba con otro y si la cosa funciona, alarga la relación. Con el periodista Peio H. Riaño estuvo unos meses, en 2019. Luego vino la pandemia y ella se dedicó sobre todo a escribir estando confinada. Este año pasó unas vacaciones con un tal Luís, también periodista. Pero el colega no aguantó la constante actividad de Ana y optaron por romper en julio último. No sabemos si desde entonces ha habido alguna novedad. De momento, ella está tranquila, centrada en su trabajo. Pero como parece que no puede vivir sola, dejemos abierta la posibilidad de que encuentre su próxima pareja. Así es que volveremos a la carga con ella muy pronto. En un reciente viaje a Vitoria durante un festival de programas de televisión, comentó a preguntas de un reportero: "Yo puedo estar soltera pero sola, ¡no!" Ya nos lo temíamos.

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