Ana María Abascal reapareció el pasado jueves en Sevilla tras semanas de silencio después de que su hermana Naty Abascal se viera salpicada indirectamente por el ‘caso mascarillas’ del Ayuntamiento de Madrid. Naty dejó de actualizar sus redes sociales y tuvo que limitar los comentarios por los insultos que recibía al conocerse que su hijo menor, Luis Medina y el socio de éste, Alberto Luceño, están siendo investigados por un juzgado de Madrid por presuntos delitos de estafa, falsedad y blanqueo de capitales de en la venta del material sanitario al consistorio madrileño a comienzos de la pandemia a cambio de comisiones de 6,6 millones de dólares.
Tranquila, con una tímida sonrisa y sin querer hacer declaraciones sobre su familia, Ana María acudió al concierto solidario de José Manuel Soto previo a la Feria de Abril en la capital andaluza. Allí desconectó durante unas horas con una fiesta de la que también disfrutaron famosos como Ágatha Ruiz de la Prada, Raquel Revuelta, Esther Doña o el juez Santiago Pedraz.
La exmodelo prefirió desaparecer para evitar el revuelo mediático y se perdió la Semana Santa sevillana, unas fechas que siempre han sido imprescindibles en su calendario. Varios medios afirmaron entonces que hizo las maletas y se trasladó a Portugal con su hijo Luis para disfrutar de unos días de tranquilidad. Se desconoce si Naty se dejará ver en público en la Feria y mucho menos si Luis la acompañará. Ana María no quiso despejar ninguna de la incógnitas.
Medina ofreció su herencia
Luis Medina puso a disposición del juzgado que investiga el caso de las mascarillas la herencia de su abuela, la fallecida María Eugenia Fernández de Córdoba, para hacer frente a la fianza de casi 900.000 euros que le impuso el magistrado. El escrito fue presentado ante el juzgado de instrucción número 47 de Madrid el pasado lunes, antes de que Medina y Luceño declararan ante el magistrado del caso por primera vez.
La defensa del aristócrata, hijo del duque de Feria, expuso que para cubrir los 891.427 euros de fianza fijados "ofrece los derechos hereditarios que el señor Medina tiene en la herencia de su difunta abuela Doña Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa".
Estos derechos están fijados por la sentencia dictada en el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Sevilla, unas diligencias en las que Medina es "heredero y parte demandante y al que el Juzgado Instructor ya ha oficiado", detalla el escrito.