
La ruptura entre Isabel Presley y Mario Vargas Llosa sin lugar a dudas es la noticia que mas interés suscita en la prensa del corazón. Por mucho que algunos se empeñen que Isabel ya no es la que era, personalmente pienso que nada más lejos de la realidad. La prueba es que su hija Tamara ha pasado a un segundo plano, a pesar de su ruptura con Iñigo Onieva y eso que la historia no ha finalizado y todavía puede haber muchas sorpresas. Lo cierto es que madre e hija están en el ojo del huracán.
La ruptura de ambas con sus parejas no ha sido de primeras de forma amistosa. La prueba es que Isabel al premio Nobel no le ha dejado en muy bien lugar en sus declaraciones a su revista de cabecera. Por el contrario, Vargas Llosa desmiente de manera rotunda que sea una cuestión de celos. Personalmente a este humilde periodista, el círculo más cercano de Preysler, afirman el mal carácter del escritor, y que ha terminado con la paciencia de la que fuera su novia. De momento se ha ido a Miami para estar con su hija Chábeli y alejarse del revuelo mediático.
Por su parte Tamara parece que también se ha reunido con su madre y hermana , con la que siempre se ha llevado muy bien. Cierto es que Tami, así le llaman sus íntimos lo ha pasado bastante mal porque estaba muy enamorada del galán de la noche. Y a pesar de no perdonarle en un primer momento, lo cierto es que Onieva no ha tirado la toalla y sigue empeñado en obtener el perdón de su novia y las ultimas noticias que llegan es que la reconciliación podría estar en ciernes, así me lo comenta mi amigo y compañero de la Crónica de Federico, Daniel Carande.
Todavía queda mucho para llegar al final de estas historias que tanto nos gustan, tanto a los que nos dedicamos a este tipo de prensa, como a quienes nos leen y siguen.
Así es como se despedida el 2022 y la llegada del 2023.

