
El bombazo del supuesto embarazo de Tamara Falcó ha durado apenas unas horas. Fue la colaboradora Alejandra Prat en el programa Y ahora Sonsoles quien se hizo eco de una información publicada por el tiktoker Abel Planelles, en la que aseguraba que la hija de Isabel Preysler está esperando su primer hijo con Íñigo Onieva.
Carlos Pérez Gimeno ha negado en la crónica rosa la noticia del embarazo, citando a fuentes del entorno personal de Tamara. "Me lo han desmentido por activa y por pasiva: ‘pero bueno, qué locura es esa’". Beatriz Mirando recordó que hay cierta malicia con los comentarios sobre la empresaria, que desde hace unos meses parece tener la cara más redonda de lo habitual. "He oído todo tipo de comentarios gordófobos por detrás y parece que ha se ha dado algún pinchazo, nada más".
El lío generado por el supuesto embarazo ha desatado toda clase de rumores. Que si Tamara se casa con Íñigo porque está encinta, que si tiene prisa por ser madre a sus 41 años... Lo cierto es que su representante ha negado la mayor. "Claro que no está embarazada", sentenció.
Lo que sí es un hecho es que la boda del año se celebrará el próximo 17 de junio en el palacio El Rincón, propiedad de Manuel y Tamara Falcó. Este mismo miércoles la revista Semana avanzó que a pesar de que el deseo de la pareja es celebrar allí su enlace, la finca ha salido a la venta por siete millones de euros.
El estado del lugar no es el ideal, ya que el castillo que alberga se cae a pedazos: goteras, desconchones, pintura cuarteada y hasta murciélagos, según confesó su otrora habitante Esther Doña en Y ahora Sonsoles. Al morir Carlos Falcó, el marqués de Griñón, ya se dijo que la finca requiere muchísimo dinero para su mantenimiento, algo que animó a sus propietarios a ponerla a la venta.
Aún así, la alegría de la reconciliación sigue presente en la pareja, que también aparece retratada en Lecturas durante su visita a la iglesia que les corresponde a la hora de casarse. Allí se encontraron con la verja echada, pero eso no les quitó las ganas de acudir a la casa del párroco para hablar de documentos o cursos prematrimoniales. La pareja también se ha dejado ver por Cartier, que podría, cuenta Semana, encargarse de sus alianzas de boda.

