
Tras la rectificación de Bertín Osborne por asegurar que nunca había estado enamorado -palabras que dolieron a Fabiola Martínez- sigue habiendo repercusiones. Su hija Eugenia Osborne quiso matizar esta semana y ayudar a su padre, pero el resultado no fue el esperado, complicando aún más las cosas para Fabiola.
Muy dolida, aunque más relajada que la semana pasada, Fabiola Martínez dijo en Y ahora Sonsoles que no se "imaginaba lo más mínimo la repercusión que esto iba a tener. Creo que fui muy espontánea y muy impulsiva, y la misma crítica que le hice a el me la hago a mí misma. Hay que pensar un poco las cosas".
Dijo Fabiola en Antena 3 que, hablando con su madre, ésta le confesó que vio el programa con su hijo Carlos. "Y no sabes cómo se me puso el corazón. Igual que puedo reprocharle que piense las cosas antes de decirlas, yo podía haberlo hecho también. Hago mi reflexión, no es que necesite excusarme pero de los errores se aprende y cuando hay niños hay que ser menos viscerales y templar un poco más las cosas".
Excusando a su ex, que "no va a dedicarse a la filosofía"; explicó con cierto humor que "él es Bertín, no lo justifico pero lo conozco. Él se mete en su propia historia y luego no sabe salir de ahí. Es presentador, no filósofo y de sentimientos le cuesta hablar". Y zanjó la cuestión así: "Bertín, cuando habla, no es que profundice mucho en lo que está diciendo. Tiene una manera particular de querer" que viene desde cómo le quisieron a él de pequeño.
En lo que respecta a ella, "tenía que haberlo pensado más. Que no quiere decir que esté de acuerdo con lo que dijo pero no desde el sentimiento de dolor que tenía".
Su hijo Carlos, sin ir más lejos, fue "más inteligente y maduro" que Bertín, emplazando a Fabiola a hablar con su ex, lo que alivió mucho la situación. A partir de ahí el contacto entre ambos ha sido continuo, con Fabiola descubriendo a un Bertín un tanto "asustado" por la situación generada. Negó, por tanto, "enfrentamientos o que estemos mal".


