
Que dos personas tengan el mismo nombre y además el primer apellido es algo usual. Las antiguas guías telefónicas tenían muchos ejemplos. Ahora bien: al tratarse de personajes muy conocidos en sus respectivas profesiones, el asunto cobra otra dimensión, siquiera anecdótica. Es lo que sucede con David Muñoz, uno de los cantantes de Estopa y con David Muñoz, el que por ahora ha sido declarado como "el mejor chef del mundo".
El primero de esos casos nos lleva hasta David Muñoz Calvo, que ha cumplido cuarenta y siete años y desde hace veinticuatro es cantante, guitarrista junto a su hermano José del dúo Estopa, especializado en baladas y rumbas, con un marcado estilo popular; millonarios en discos… y algo también en euros. Descienden de una familia de emigrantes extremeños afincados en la localidad catalana de Cornellá de Llobregat, donde trabajaban en una fábrica de piezas de repuestos de automóviles. Cantaban en sus ratos libres y se hicieron profesionales cuando tuvieron su primer éxito discográfico en 1999: "La raja de tu falda".
David, el primogénito, se lleva muy bien con su hermano José. Mantienen una línea musical que los ha acercado a gente sencilla como ellos. No se complican la vida. Han actuado con éxito en México, pero aun cuando sus canciones suenan en otros países de habla hispana ellos saben que aquí, en España, tienen su público fiel. Y han dicho no, por ejemplo, a ser "coach", jueces en programas como La Voz, y otros similares. No se consideran capaces, declaran, para dar su veredicto a colegas noveles. Tienen como administrador de sus contratos y negocios, a Pablo Muñoz, su progenitor. Y así, todo queda en casa.
Tanto David como José Muñoz están casados. El primero tiene una bonita historia unida a la de quien hoy es su esposa, Mari Paz, una madrileña, enfermera en el hospital Gregorio Marañón, a la que conoció cuando eran muy jovencitos. Y a pesar de que a él lo perseguían enfervorizadas admiradoras, fue fiel con quien era su primera novia, Mari Paz. Se casaron en Plasencia el año 2000, siendo padres de un chico llamado también David, que hoy cuenta dieciséis años.
Mari Paz, desde que conoció a David Muñoz, ayudó al dúo musical cuando aún no era conocido ni había grabado discos. Al vivir en Madrid, ella se preocupó de llevar las maquetas musicales a varias discográficas, hasta que EMI firmó un contrato a los hermanos. El nombre de Estopa les viene desde su época en la fábrica barcelonesa, en donde el encargado los conminaba a trabajar más deprisa al grito de "¡dadle estopa!" Y así, a partir de "La raja de tu falda", continuaron con otros éxitos como "Tu calorro", "Me falta el aliento" y "Fuego", de más reciente difusión. Y con la albacetense Rozalén registraron el tema "Vivir", deseo extendido a la lucha en favor de los enfermos de cáncer.
David Muñoz continúa viviendo en Cataluña, con su aspecto insistimos modesto, sin darse importancia. Ignoramos si conoce a quien, homónimo, se llama igual que él, David Muñoz Rosillo, que cumplió el pasado 15 de enero cuarenta y tres años, más conocido en el mundo de la hostelería como Dabiz, así escrito. La explicación de ese cambio de grafía en su apelativo obedece a dos versiones, facilitadas por el propio interesado.
La primera es que fonéticamente, pronunciado el nombre con ese final de la última letra del abecedario, recuerda al habla castiza madrileña. Hay quien no vocaliza Madrid rotundamente con la d, y dice "Madriz". Pero aun siendo ocurrencia plausible, nos quedamos con la segunda razón de dicha entidad. Fue cuando se comercializó una vajilla siendo ya un personaje relevante en los fogones, así reconocido en importantes publicaciones gastronómicas. Y David pensó que sería más llamativo, con mayor repercusión internacional, hacerse llamar Dabid Muñoz. Dicho y hecho. Ese cambio de uve por b y zeta final, marca de la casa. Como los nombres de sus negocios culinarios: "DiverXo" y "EstreXo", intercalando la exótica equis a gusto del patrón.
Reservar mesa en algunos de esos dos restaurantes exige una larga espera. Y disponer en su momento, cuando el "maître" aparezca con la "desagradable" factura, de un mínimo de trescientos cincuenta euros, por persona, se entiende. Para paladares muy exclusivos, capaces de una carta de comida fusión, donde probar una originalísima "paella madrileña", condimentada a base de caviar y salmonetes. Por supuesto con arroz, pues de otro modo sería igual que pedir una tortilla sin huevos.
Dabiz Muñoz es un tipo listo, inteligente desde luego, emprendedor y vocacionalmente llamado para estar tras los fogones, liderando su extraordinario negocio. Ya siendo niño le pedía a su padre no que lo llevara al circo, o al "Santiago Bernabéu", o al Zoo de la Casa de Campo madrileña, sino al restaurante "Viridiana", que era uno de los más sobresalientes de la capital de España. Al punto de que, con los años, llegó a ser el "chef" de dicho establecimiento junto a su patrón, Abraham. Y a día de hoy, Dabiz Muñoz goza de haber sido prestigiado con tres estrellas por la muy acreditada guía Michelín.
Con su aire algo punky en su peinado (más bien despeinado o con reducidos cabellos), el amigo Dabiz ha tenido ya varias mujeres en su vida. Primero una novia, a la que dejó aunque resulta que fue ésta quien le presentó a la que iba a ser su primera esposa, Ángela Montero Díaz, colega aquella en asuntos de la buena pitanza, al ser su socia gerente y jefa de sala del restaurante antes mentado, "DiverXo". Tarifaron. Y a su corazón llegó una espectacular presentadora, en tiempos de su espacio en Zapeando, de nombre Cristina Pedroche, deslumbrante joven que cada Nochevieja nos sorprende con un vestido cada vez más transparente. Llegará un año en el que no sabrá que ponerse ya.
Dabiz y Cristina se vieron por vez primera en una empresa de deportes, pues ambos son muy dados a darse grandes caminatas para estar en plena forma. Y se gustaron desde el primer instante que cruzaron sus miradas. Huyendo de los reporteros, tomaron la decisión de ir a una notaría, firmando allí su compromiso de coyunda sólo en presencia del notario y de los padres de los contrayentes. Fue el 24 de diciembre de 2015. Después, sí que lo festejaron ante medio centenar de amigos en "DiverXo". Desde entonces, uña y carne. El último día de 2022 nos dieron la sorpresa públicamente: Cristina Pedroche anunció desde uno de los balcones que da a la Puerta del Sol, durante la retransmisión de las doce campanadas, que esperaba un hijo. Y pocos días atrás nos ha comunicado que será niña. Así es que felicidades anticipadas a la pareja que, dado el volumen del negocio hostelero que disponen, el bebé que esperan no vendrá sólo con un pan bajo el brazo. Yo diría que con una panadería de lujo.




