
La protagonista de esta semana ha sido Tamara Falcó y el por ahora eterno dilema de su vestido de moda. A día de hoy todavía no tiene vestido para dar el 'Sí, quiero' a Íñigo Onieva, aunque eso sí, ofertas no le han faltado.
La boda de Lucía Domínguez Vega-Penichet y Álvaro Gomis fue el momento elegido para reaparecer. Allí, y después de haber escuchado la versión tanto de Sophie et Voilà como de Tamara Falcó, tocaba oír la versión de Isabel Preysler, presente en la famosa segunda sesión de prueba en donde todo se vino abajo.
Y la socialité ha asegurado a Europa Press, siempre en actitud tranquilizadora, que todos están relajados tras este inconveniente y confiados en que la boda saldrá bien. Preysler confirmó con un "no, a todos no les gustó" las especulaciones sobre el vestido y si fue ella la principal causante.
Quitando importancia al tema y asegurando que no hay "ningún problema", ha confirmado que Tamara Falcó ya tiene en mente otra firma de moda para vestirla el día de la boda.
Y mientras tanto, la marquesa de Griñón se encuentra en estos momentos en Nueva York desde el domingo para reunirse con el equipo de Wes Gordon -director de la prestigiosa firma Carolina Herrera- tal y como adelantó hace unos días el periódico El Mundo.
Europa Press ha sido testigo de cómo la hija de Isabel Preysler abandonaba su casa para dirigirse al aeropuerto y poner rumbo a su salvación. A las 15:08 de la tarde del domingo, la Marquesa abandonaba su domicilio con gafas de sol y luciendo una gabardina de lo más apropiada para el día de hoy, y se montaba en el vehículo que le esperaba en su puerta. Eso sí, sin equipaje, por lo que la visita a Nueva York va a ser corta.
Tal y como dejó entrever su madre en la citada boda, Tamara ya tiene elegida la firma que diseñará su traje de novia. Y no es otra que Carolina Herrera, como se lleva días asegurando. Al parecer, y aunque no hay confirmación oficial por ninguna de las dos partes, la marquesa y la prestigiosa firma de moda de Puig habrían llegado ya a un acuerdo.


