
La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Verónica Caso, Beatriz Cortázar y Emilia Landaluce para abordar todos los temas de la actualidad social del momento. Centrada de nuevo por la inminente boda de Tamara Falcó, recién salida de la clínica Buchinger y afrontando la recta final hasta su ceremonia con Íñigo Onieva.
La periodista Beatriz Cortázar confirmó que Tamara acaba de salir de la clínica marbellí donde "se ha deshinchado mucho, no es solo una cuestión de peso". Y en esta nueva tesitura, se dispone a hacer la semana que viene "su tercer y último viaje a Nueva York y el estudio de Wes Gordon, puede que solo en compañía de su estilista, para hacerse la última prueba y definitiva del vestido ya con la medida".
Cortázar confirmó además que, efectivamente, habrá exclusiva de la revista Hola. Exclusiva en la que, tal y como se ha dicho, la madre de Íñigo Onieva no va a cobrar, aunque finalmente "no se iba a quitar pero tampoco a poner". Quienes sí cobrarán será, naturalmente, Tamara e Íñigo. Y a este respecto la periodista desveló en esRadio que no solo no va a cobrar ella sino absolutamente nadie de la familia". El reparto será, además, "al 50 por cien entre Íñigo y Tamara".
Sobre la ceremonia en sí, la crónica rosa de esRadio se guardó más exclusivas. Como que serán finalmente "450 invitados, que es el limite que ha puesto el cocinero, Eneko Atxa, porque si no no su cocina no destacaría. Ha sido él quien ha puesto un limite".
¿Y quiénes serán los invitados? Los que no van a estar será Enrique Iglesias y su padre, Julio Iglesias. Pero el resto de hermano sí irán: Chábeli, Julio José y toda la familia Falcó.
"Tamara ha querido que los amigos de su madre que vayan sean aquellos con los que ella ha tenido más relación, de niña o adolescente. Que los conozca. En esa lista hay una ausencia, Carmen Martínez Bordiú, que estaba invitada pero está recorriendo Asia. Pero van a estar Nuria González, Cari y Miriam Lapique, Marisa y Alfonso de Borbón, los Bergareche y de los Porcelanosa va a ir María Colón".
Por último, el vestido, pero no el de Tamara sino el de su madre, Isabel Preysler. Según Cortázar, "es de Carolina Herrera -tal y como se sabía-, ya esta terminado y va a ser largo estampado de flores".

