Comenzado una nueva e ilusionante temporada repleta de compromisos deportivos, Pablo Urdangarin ha lucido un día más la camiseta de su nuevo equipo, el Fraikin BM Granollers. Demostrando que ya es uno más entre sus compañeros y que está completamente integrado en su nuevo equipo, el sobrino del rey Felipe VI se ha enfrentado este fin de semana al Billère Handball, un partido en el que terminaron derrotados con un marcador de lo más ajustado por 26/27.
Aunque el joven cuenta con el apoyo incondicional de sus padres en esta nueva etapa de su carrera en la que aspira a consolidarse como uno de los jugadores a tener en cuenta en el balonmano nacional, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín se han perdido el encuentro, y por el momento todavía no se han dejado ver en las gradas del estadio del Granollers animando a su segundo hijo.
Tampoco Johanna Zott, con la que mantiene una discreta relación desde hace varios meses, arropó a Pablo en su segundo partido oficial con su nuevo equipo. Una ausencia que ha llamado especialmente la atención porque la pareja está muy unida, pero que podría responder a que la joven se encuentre de vacaciones con su familia fuera de Barcelona.
Demostrando que no necesita a sus seres queridos entre el público para dar lo mejor de si, el nieto del Rey Juan Carlos continúa haciéndose un hueco en el equipo, aprovechando los minutos que está en el campo para hacer un alarde de entrega, esfuerzo y talento. Y, durante su presencia en el banquillo, también dio muestras de la maravillosa relación que mantiene con sus compañeros, con los que ha encajado a la perfección y con lo que compartió confidencias sin perder detalle de lo que sucedía en el encuentro.
Una actitud que ha conquistado a su nueva afición, a los que se acercó con una gran sonrisa tras el partido para recibir el cariño y el aplauso de unos seguidores que, a la vista está, le adoran apenas tres semanas después de su presentación oficial con el Fraikin BM Granollers.