Los mayores grandes almacenes han iniciado una campaña publicitaria desde hace unas semanas anunciando una determinada marca de ropa masculina. Y quien protagoniza ese "spot" televisivo, también en otros soportes, es un actor excelente llamado Álvaro Morte, quien durante los años 2017-2021 fue protagonista de la serie La casa de papel, de gran audiencia en toda España. También se exhibió en otros países con el título de Money Heist, lo que proporcionó a nuestro compatriota una notoriedad internacional. Es en su esfera privada un hombre sencillo, que vive con su esposa en un piso nada lujoso, junto a sus dos hijos mellizos. Hace ocho años, este gaditano de cuarenta y ocho años, estuvo a las puertas de la muerte. Blanca Clemente, su mujer, permaneció con él día y noche en el hospital hasta que Álvaro pudo escapar vivo de la tragedia que lo atenazaba.
El apellido artístico elegido por Álvaro no corresponde a los primeros reales de su identidad: García Pérez. Siendo éstos muy comunes, resolvió buscar uno que resultara más eufónico y llamativo: escogió el de Morte tomándolo de una buena amiga.
Natural de Algeciras, quiso estudiar Telecomunicaciones, carrera que abandonó pronto cuando se convenció de que su vocación verdadera era la de actor. Se fue a Córdoba, estudió Arte Dramático, y con una beca dio un salto a Finlandia.
De elevada estatura – mide un metro ochenta y tres centímetros- y atractiva figura en general, Álvaro Morte inició profesionalmente su despegue profesional a partir de 2002, viviendo en Madrid. La televisión fue su medio más frecuente, y menos, el cine. También probó el teatro, en calidad de director de una compañía de jóvenes actores, 300 pistolas, cuya misión sería la de divulgar el teatro clásico. Sucesivamente fue apareciendo en series de gran audiencia: Amar es para siempre, El embarcadero, la longeva El secreto de Puente Viejo, que duró en antena desde 2014 hasta 2017 con quinientos treinta y siete episodios…
Entre medias de esos trabajos, Álvaro Morte conoció a su gran amor, una madrileña vinculada a la profesión artística, estilista y diseñadora, llamada Blanca Clemente. Su noviazgo lo iniciaron en 2014. No he encontrado la fecha de su boda, si es que la celebraron. Ella es tres años más joven. Padres de los mellizos Julieta y León. Y desde un primer momento colaboró estrechamente con Álvaro en el mantenimiento de la compañía teatral ya citada. Fundaron también una empresa audiovisual que les viene reportando importantes beneficios económicos.
Álvaro Morte no podía creerse el impacto en el extranjero que tuvo La casa de papel que, ya decíamos, se dio a conocer fuera de nuestras fronteras como Money Heist, donde él personifica a Sergio Marquina "El Profesor". Ese éxito internacional le supuso ser contratado para otras series, como The Head, con un reparto de actores de varias nacionalidades, también de elevada audiencia.
Hemos dejado para el final el reto al que se enfrentó en 2015 cuando en una cita médica le diagnosticaron que padecía un cáncer conocido como liposarcoma. Un tumor maligno en su muslo izquierdo. El pronóstico era grave. Existía la posibilidad de que perdiera esa pierna. Y también el riesgo de morir. A partir de aquella infausta tarde, Álvaro sintió que el mundo se le venía encima. Se abrazó a su mujer. Fueron días, semanas, meses amargos. Él no se resistía a tirar la toalla, tenía que luchar mentalmente, enfrentado a ese enemigo invisible que podía acabar con él para siempre. Blanca Clemente desplegó todo su amor, pendiente a cada momento de los dolores de su marido, atendiéndolo con eficacia y dulzura. Hasta que se produjo la reacción positiva del paciente: Álvaro salvó la pierna, la vida.
En adelante, la carrera de Álvaro Morte continuó en ascenso. Rodó algunas películas importantes, como Durante la tormenta. Ganó el premio Feroz y el de la Unión de Actores. Se ha ganado a pulso un importante capital. Y ya dijimos que no ha perdido el norte, haciendo propio su apellido. Vive modestamente y no hace alardes de ningún tipo. Su existencia es discreta junto a su pareja. Reconforta saberlo en un mundo donde suele primar más el divismo.