
Mediaset España rompe definitivamente su relación laboral con la productora La fábrica de la tele. Según desvela en exclusiva el digital El Economista, el grupo de comunicación ha decidido dejar de trabajar con la empresa liderada por Óscar Cornejo y Adrián Madrid tras unos "meses infernales" en los que las desavenencias no han dejado de producirse en los despachos de la cadena.
El estrepitoso fracaso de Cuentos Chinos, el esperado regreso de Jorge Javier Vázquez a Telecinco, fue "la gota que colmó el vaso" y el motivo principal de la ruptura entre las empresas. Esto agravó aún más los desencuentros "públicos y privados", evidenciando "la falta de feeling" entre la productora y la nueva gestora del grupo, que quieren renovar por completo su imagen con programas menos agresivos y más familiares.
La cúpula de Mediaset considera que la productora de Sálvame es una de las principales responsables de la crisis de imagen que sufre Telecinco y por tanto de sus bajas audiencias, que comenzaron a caer en picado durante la última etapa de Paolo Vasile. Muchos señalan la emisión de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, protagonizada por Rocío Carrasco, como la verdadera causante de esta crisis, pues los espacios de La fábrica de la tele se radicalizaron hasta el punto de criticar a otros programas y profesionales de la cadena: se despidió de forma improcedente a Antonio David Flores, se le acusó de maltratador sin existir una sentencia, se expulsó del plató a colaboradores críticos con el posicionamiento de la productora e incluso se criticó a caras visibles de la cadena como Ana Rosa Quintana.
El citado digital asegura que otra de las causas del final de la relación entre La Fábrica y Mediaset es la "flagrante, evidente y reiterada" desobediencia de la empresa con respecto a la línea editorial que marcó la nueva gestora al comienzo de su mandato. Un Código ético que todos los programas tendrían que respetar y que se saltaron durante meses.
Por el momento, se desconoce qué ocurrirá con espacios con Socialité y Todo es mentira: en el caso del programa presentado por María Patiño, los contenidos se adaptaron a las peticiones de la cadena, dando más espacio a noticias sobre el mundo de los influencer y el deporte, cambios que no han hecho remontar su audiencia por lo que no sería descartable que acabe desapareciendo. Con respecto a Todo es mentira hay más interrogantes, pues el programa de Risto Mejide es uno de los programas más vistos de Cuatro.

Tres soluciones al conflicto
La inminente ruptura a nivel empresarial entre Mediaset España y La Fábrica de la Tele podría hacerse de tres formas, explican fuentes informadas al citado medio. La posibilidad que cobra más fuerza es que la productora sea liquidada, ya que con la inminente resolución de la llamada Operación Deluxe, hacen que la imagen de la compañía esté por los suelos.
Otra posibilidad es que Mediaset compre el 70% que no posee de La Fábrica de la Tele y que está en manos de Adrián Madrid y Óscar Cornejo con la idea de renovar por completo la empresa, algo que a priori, no beneficiaria al grupo de comunicación, pues tiene otras marcas y productora que pertenecen a la editora de Telecinco y que tienen mejor imagen pública. Otra opción es que los dueños de la productora compren a Mediaset el 30% que tienen en su poder. De ocurrir, la empresa podría comenzar a trabajar con otras cadenas como TVE o Atresmedia.
Mediaset imponía a La Fábrica facturar únicamente para las cadenas de Fuencarral a nivel nacional. No obstante, pueden producir para cadenas autonómicas o streaming. Por ello, la productora únicamente ha podido trabajar para Telecinco, Cuatro, algunos canales regionales como Telemadrid o la extinta catalana 8TV, así como en plataformas como Netflix, que este próximo 10 de noviembre estrenará Sálvese quién pueda con algunos colaboradores de Sálvame.

Cornejo y Madrid habrían puesto sus ojos en RTVE ante el negro futuro que tienen en Mediaset, por lo que las reuniones para llegar a un acuerdo no han cesado en los últimos meses.
