El juicio contra Daniel Sancho como presunto responsable de la muerte y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta -el pasado 2 de agosto, en Tailandia- entra en una fase clave. Y lo hace en medio del revuelo mediático generado por una serie de informaciones periodísticas en las que se desliza la posibilidad de que la policía del país asiático hubiera podido proceder de manera irregular en los primeros momentos de la investigación e incluso deshacerse del tórax del fallecido. Se basan en la existencia de un informe, con fecha 6 de agosto de 2023, en el que se recoge el hallazgo de esta parte del cuerpo de la víctima.
Intentemos poner negro sobre blanco. Efectivamente, el citado informe existe y hace referencia al hallazgo del tórax. Es la primera y la última vez que la policía tailandesa menciona esta parte del cuerpo. En los documentos posteriores, no se habla del tronco en ningún momento. Esto se debería a que se detecta el error, seguramente de transcripción, y se subsana. En las fotografías aportadas por los investigadores queda claro que el torso no se encuentra entre los restos del cadáver de Edwin que fueron hallados (cabeza, manos y pierna).
Según ha podido constatar Libertad Digital, la ausencia de este elemento no ha causado sorpresa entre las partes. Tanto los abogados de Daniel Sancho como los de los Arrieta coinciden en señalar que el tórax "no aparece en el sumario". Por su parte, Juan Gonzalo Ospina -que defiende los intereses del fallecido y sus familiares- ha señalado en declaraciones a este periódico que el juicio está desarrollando "sin sobresaltos".
Juicio sin sorpresas
"Los testigos se ratifican en lo referido", ha destacado. "Sobre la causa de la muerte, no hay forense que lo pueda determinar", reconoce, "pero no se descarta una muerte violenta por los golpes del cráneo (en la zona frontal, ojos y nariz)".
Llegados a este punto cabe indicar que uno de los puntos fuertes de la sesión de este martes era la declaración de los forenses, en la que se ha insistido en las contusiones que presentaba el cráneo de Edwin, producidas por causas no naturales.
Entre ellas, se habría mencionado la deformación de los surcos de los ojos por una fuerte presión antes de morir. En cualquier caso, apunta Ospina, la clave de este caso está en "la premeditación". El abogado tiene claro que "existen una serie de indicios incriminatorios que consideramos nos conducen a la misma".
Portavoz de la familia
Juan Gonzalo Ospina, que va a declarar este miércoles en representación de los Arrieta, nos asegura que se enfrenta a esta fase del juicio "concentrado y tranquilo". Mañana tendrá la responsabilidad de relatar, ante el tribunal que juzga al cocinero español por la muerte del cirujano colombiano, la situación en la que se ha quedado la familia de Edwin.
"Es un éxito procesal", exclama el abogado después de meses de trabajo intentando que pudiera comparecer alguien cercano. Lo intentaron con los padres y la hermana de Edwin, pero ambas posibilidades fueron rechazadas por el tribunal. Finalmente será Ospina quien explique que Edwin "era el sustento económico de la familia" y que "emocionalmente, están destrozados".