María Patiño y su programa Ni que fuéramos no terminan de consolidarse en la parrilla de Ten. Aunque su aterrizaje en la televisión 'convencional' prometía revolucionar las tardes, preocupando incluso a sus máximos competidores, Y ahora Sonsoles y TardeAR, lo cierto es que no consigue remontar los buenos datos de audiencia que cosechó en sus primeros días.
Fue el pasado lunes cuando el programa de Fabricantes Studio, la nueva empresa de Óscar Cornejo y Adrián Madrid, comenzaba su andadura en la TDT dando así más opciones a los consumidores de poder ver este nuevo producto salido del universo Sálvame. Lo hacía después de dos semanas marcando récords en otras plataformas como Youtube o Twitch y con la esperanza de recuperar la tarde de la que fueron desterrados hace un año tras su salida de Telecinco.
En su primer día de emisión en televisión, el espacio marcó un aceptable 3,2% y 258.000 espectadores, un buen resultado para la cadena, que conseguía triplicar la audiencia que marcaba en esa franja hasta ahora, aunque lejos de las principales ofertas de la tarde en otros canales. La sorpresa llegaba el martes 4 de junio, cuando congregó a un 4.1 % de la audiencia y 328.000 espectadores, de nuevo, cifras meritorias que llevaban a Ten a su máximo histórico.
Sin embargo a partir del miércoles 5 de junio la tendencia ha sido a la baja firmando ese día un 3,5% de cuota de pantalla y 273.000 de espectadores y el jueves 6 de mayo un 3% de cuota y 233.000 espectadores.
Especialmente preocupantes son los datos que hemos conocido durante la mañana de este sábado pues, lejos de mantenerse o consolidarse, el programa de María Patiño ha vuelto a bajar situándose en un paupérrimo 2.4% de share y 202.000 espectadores perdiendo más de 150.000 espectadores en apenas unos días.
Aunque estos datos siguen estando por encima de la media de la cadena, lo cierto es que la productora del espacio estaría preocupada ante esta tendencia descendente y ya estarían pensado en cambios a partir de la próxima semana. Entre ellos, la llegada al plató de Marta Riesco o la vuelta de Conchita la poligrafista.