
La ruptura de Kiko Rivera e Irene Rosales está siendo más complicada de lo esperado. Aunque el hijo de Isabel Pantoja y su todavía mujer están intentando llevar el tema lo más privadamente posible y tratan de no pronunciarse sobre las continuas especulaciones sobre su separación, por el bien de las hijas que tienen en común y por el cariño que aún se tienen, lo cierto es que hay movimientos que generan tensión y malos entendidos entre ellos.
Mientras el goteo de información no cesa, ellos tratan de mostrar naturalidad en sus apariciones públicas, de hecho, ya se les ha podido ver dos veces juntos desde que comunicaron el divorcio. Uno de los más significativos tuvo lugar el primer día de clase de sus hijas. Dejando claro que, pese a todo lo que haya podido pasar entre ellos, pretenden tener una buena relación para que las menores sufran lo menos posible. Dentro de ese acuerdo familiar que se habría realizado, también estaría la prohibición de realizar declaraciones públicas y sacar rédito económico de la ruptura, por lo que, al menos por el momento, no veremos a ninguno de los protagonistas pasearse por los platós.
Mientras todo esto ocurre, Kiko e Irene siguen con su nueva vida de soltero, de la que hacen partícipes a sus seguidores a través de las redes sociales: mientras que Irene está volcada en la crianza de sus hijas y continúa con sus proyectos como influencer, el hijo de Pantoja sigue abriéndose camino en el complicado mundo de la música, y tal y como ya contó este medio, estaría preparando una canción donde pretende dar algunos detalles sobre el fin de su matrimonio: "Al final es la manera que tengo de expresarme a través de mi música", confesaba el DJ hace unas horas.
Así, Kiko mostrará sus sentimientos a través de la canción pero no romperá el pacto de no agresión pública que mantiene con Irene. Con este movimiento, que habría dejado en ‘shock’ a la madre de sus hijas, Kiko se marcará lo que ya se conoce como un ‘shakirazo’, pues hablará de su ruptura como hizo la colombiana al separarse de Piqué en su sesión con Bizarrap.
Este no es el único movimiento que ha sorprendido a Irene Rosales por parte de Kiko Rivera: también lo habría hecho la adquisición de una casa por un valor de medio millón de euros. Durante el tiempo que duró su matrimonio vivieron de alquiler en una casa situada en Sevilla, mientras que ahora, una vez puesta en marcha la maquinaria del divorcio, habría comprado una casa en Mairena de Aljarafe, una espectacular residencia con piscina privada y una amplia parcela.
Esta adquisición habría suscitado de nuevo los comentarios sobre las rencillas que habría entre la pareja por la economía. "Irene Rosales vive con sus hijas de alquiler, qué extraño que Kiko haya esperado a separarse de Irene para comprar una casa, huele a que no quería comprarse algo mientras estaba con ella por lo que pudiera pasar de cara a una separación", se ha llegado a comentar en algunos platós de televisión como Fiesta. Otros colaboradores afines al DJ, aseguran que la única intención del DJ es estar cerca de sus pequeñas para no perderse nada de su educación y crecimiento.


