
El popular presentador y modelo Carlos Lozano ha protagonizado un giro de guion en su vida personal y profesional, pasando de ser una de las caras más reconocidas de la televisión de nuestro país a adoptar un estilo de vida rural y convertirse en ganadero en la sierra de Madrid. Este cambio radical se produce tras una exitosa, aunque también polémica, etapa en televisión, marcada por programas icónicos y una presencia constante en los reality shows.
A sus 63 años, Carlos Lozano ha dado un paso atrás en el mundo del espectáculo, buscando la tranquilidad en la naturaleza. El presentador se ha mudado a la Sierra Norte de Madrid, donde se ha construido una casa de campo y vive en una "naturaleza absoluta". En sus últimas intervenciones públicas, ha manifestado sentirse feliz y "limpio" de la presión mediática, dedicándose a una vida "muy sana" como ganadero.
"Tengo mi casita en un pueblo, mis animales, mi granjilla y mis perros," ha contado, revelando que sus animales de compañía son ahora sus "ovejitas y gallinitas". Este retiro voluntario se debe a una decisión personal de priorizar su bienestar, llegando a afirmar que "para hacer algo que no te apetezca, y con algunas cosas que te ofrecen es mejor quedarte en tu casa". A pesar de su vida actual, no ha cerrado completamente la puerta a volver a trabajar en televisión, aunque solo si el proyecto es de su interés.
Una carrera de éxitos
La carrera de Carlos Lozano en televisión comenzó con éxito después de un breve pero relevante paso por las pasarelas de moda internacionales, trabajando para diseñadores de la talla de Versace o Armani. En España, su rostro se hizo habitual en los noventa, destacando como presentador de formatos como 'La ruleta de la fortuna' o 'El precio justo'. No obstante, fue a principios de la década de los 2000 cuando alcanzó el pico de su popularidad al ponerse al frente de las tres primeras ediciones de 'Operación Triunfo' en Televisión Española. Este talent show lo catapultó a la fama, convirtiéndolo en un presentador de referencia y muy querido por la audiencia. Tras su salida de la cadena pública, continuó su trayectoria, presentando espacios como 'Granjero busca esposa' entre 2016 y 2018.
Años después, Lozano experimentó un resurgimiento mediático al convertirse en concursante de reality shows, demostrando una faceta más personal y conflictiva. Su paso por 'Gran Hermano VIP' en 2016, donde quedó segundo finalista, y su posterior participación en 'Supervivientes' en 2019, le devolvieron a la primera línea de la prensa del corazón y los debates televisivos, aunque también se vio envuelto en fuertes polémicas que a menudo eclipsaron su trabajo como presentador. Su última etapa en la televisión fue como colaborador y presentador esporádico en programas de Telecinco, hasta su "adiós silencioso" en 2022.
"Si no llega, que le den al amor"
La vida sentimental de Carlos Lozano ha sido tan seguida y mediática como su carrera profesional, marcada por varias relaciones que han copado horas de televisión, especialmente en el ámbito de los reality shows.
Su pareja más estable y relevante fue la también presentadora peruana Mónica Hoyos, a quien conoció cuando ella era azafata en 'El precio justo'. Fruto de esta relación, que se mantuvo entre 1999 y 2007, nació su hija Luna, con quien mantiene una excelente relación y es una de las razones por las que no se ha alejado completamente de Madrid. A pesar de las tensas discusiones que protagonizaron en televisión, ambos han logrado establecer una "modern family", como ellos mismos definen, para proteger el bienestar de su hija.
Posteriormente, Carlos Lozano mantuvo una controvertida relación con la modelo peruana Miriam Saavedra, con una diferencia de edad de 30 años, que se extendió de forma intermitente. Este noviazgo estuvo lleno de altibajos, y las rupturas y reconciliaciones fueron tema de debate constante, coincidiendo a su vez con la participación de ambos en diferentes reality shows de la cadena.
Actualmente, el ex presentador se encuentra soltero y asegura no tener prisa por cambiar su estado. Ha confesado que no tiene novia desde hace mucho tiempo y que, aunque no cierra la puerta, no está buscando activamente el amor. "Si no llega, que le den al amor", ha declarado con humor, mostrándose contento y enfocado en su nueva vida rural y su familia.
