
Pitingo ha reaparecido ante los medios de comunicación para presentar su nuevo proyecto musical: la gira Pitingo y Punto. Este regreso a los escenarios se produce tras una etapa de profundos cambios en su vida personal, marcada por la separación de su esposa tras 17 años, Verónica Fernández, y el posterior reencuentro sentimental con Laura, quien fuera su primer amor de juventud.
El artista onubense, fiel a su estilo, propone un espectáculo que mezcla flamenco y soul, con fechas ya confirmadas en plazas como Madrid, Bilbao y Sevilla. Pitingo define esta gira como un recorrido por sus casi 25 años de carrera, combinando grandes éxitos con temas inéditos bajo el prisma de la multiculturalidad que siempre ha caracterizado su obra.
Durante la presentación, el intérprete no evitó hablar de la depresión que sufrió recientemente y que, afortunadamente, ha logrado dejar atrás. Con la sinceridad que le caracteriza, confesó que hubo instantes en los que pensó en tirar la toalla, perdiendo incluso las ganas de cantar y componer, aunque ahora se muestra renovado y con más ilusión que nunca.
Gran parte de esta recuperación anímica se debe a su actual pareja, Laura. El artista ha reconocido estar profundamente enamorado y ha destacado la calma que ella le aporta. "Nos conocemos hace 30 años, fue mi primer amor y yo el suyo", relató, celebrando que la vida les haya vuelto a unir décadas después, aportando ambos hijos de la misma edad a esta nueva etapa de estabilidad familiar.
Pitingo, que se declara un hombre de fe, atribuye este reencuentro a la providencia: "Esto estaba de Dios, estaba escrito". A sus 45 años valora especialmente la buena relación entre los hijos de ambos y la tranquilidad que ha alcanzado, admitiendo con una sonrisa lo inesperado de sentir un amor tan intenso en este momento de madurez vital.

