El Hormiguero de Pablo Motos y Antena 3 volvió a batir su propio récord el lunes con 17.9% de share gracias a la presencia de uno de sus invitados más populares, el actor Will Smith, esta vez en compañía de su hijo Jaden, con quien protagoniza el filme After Earth.
El programa consiguió una gran cuota y su éxito fue comparable al obtenido por el reality Un Príncipe para Corina de Cuatro, que obtuvo también un excelente 9.7%, logrando también su propio máximo y coronándose como otro de los éxitos de la noche.
Por su parte, Smith dio a Motos lo que éste esperaba, es decir, todo un show en el que el actor mostró de nuevo su simpatía habitual, la misma que destiló en anteriores ocasiones en el programa -que extrañó a tantos otros famosos- y que se manifestó en su interés por el propio formato para exportarlo a la televisión de EEUU. Muchas cadenas nacionales como ABC o NBC se han mostrado interesadas en el formato.
El actor y el presentador demostraron su aprecio mutuo y su entendimiento ya al principio del programa, fundiéndose en un gran abrazo. Amigos y socios, la estrella americana ha acudido al programa en cada evento promocional en nuestro país. Incluso su esposa Jada Pinkett, poco amiga de aparecer junto a su marido en este tipo de actos, hizo su conveniente aparición en El Hormiguero. Motos, por su parte, también conoce a la familia Smith al completo. Ambos parecen encantados de encontrarse cada vez que hay ocasión.
Una edición, la del lunes de El Hormiguero, que requirió de un importante despliegue de medios al ser necesario el traslado de su decorado y equipo a Londres, donde se encontraba de promoción Smith e hijo.
El programa culminó con una competición de rap entre los Smith y Motos, y con los habituales experimentos del programa, que se toparon con las inconveniencias de estar montados en un nuevo entorno y además a contrarreloj.
El montaje del escenario en el hotel Dorchester, por ejemplo, requirió del traslado de más de 50 personas del equipo. Para conservar el aspecto habitual del escenario, se montó una reproducción del decorado en el salón del hotel londinense, algo que planteó no pocas dificultades y un notable ejercicio de previsión (el material estaba allí desde hacía días). La moqueta del hotel, por ejemplo, planteó grandes dificultades al equipo y los responsables de los experimentos, al tratarse de un material muy diferente al suelo del que habitualmente disponen en plató.