La última polémica de Alberto Chicote ha sucedido fuera del propio programa. Los propietarios del restaurante Irlanda del Norte, en El Ferrol, han demandado al chef y la productora Warner Bros ITVP tras la emisión del espacio del pasado jueves, provocando una contundente respuesta por parte del equipo del espacio de La Sexta.
José Manuel Gil, uno de los propietarios del establecimiento que fue rebautizado por el chef como Lembranzas , señaló en una entrevista en La Voz de Galicia que la grasa que en un momento dado sacaba de una campana extractora había sido puesta allí por el programa, siguiendo un guión previamente establecido. Chicote pasaba la mano por la campana extractora solo para ver cómo caían grandes pegotes de grasa hacia abajo.
Gil, que valora positivamente el hecho de que Chicote reconozca "que su comida era buena", está claramente "descontento con el resultado", y sin duda no repetiría la experiencia. Anuncia también que volverá a cambiar el nombre del establecimiento. En el mismo programa, una de las propietarias, Manoli, profería insultos racistas contra uno de sus empleados.
También apuntaba a un incumplimiento de contrato, ya que su decisión de llamar al programa tuvo lugar cuando se incendió su cocina, y que en el acuerdo figuraba un cambio de los fogones que finalmente no tuvo lugar.
La productora, responsable también de espacios como First Dates o El jefe infiltrado, ha contestado al respecto de esos pegotes que "todo lo que aparece en el programa es real, y en concreto en este caso".
En el portal Vertele, han asegurado respecto a la segunda cuestión, la de los fogones, que los cambios y renovaciones se producen siguiendo el "criterio del programa y lo que consideramos que es necesario para el buen funcionamiento del restaurante", siempre que se sigan las instrucciones de Chicote: "Lo importante es que sigan las indicaciones de Alberto Chicote en cuanto a organización, reparto de tareas y oferta gastronómica".