Una receta para preparar con costillas un poco diferente. Su elaboración es muy sencilla y con pocos ingredientes. Además la salsa de miel, se prepara en cuestión de un minuto. Después, no es más que untar la costilla con esta salsa, hornear y listo. Desde Libertad Digital innovamos con las costillas pero, como siempre, podéis escoger la salsa que prefiráis, sin duda, la de mostaza y miel no dejará indiferente a nadie.
Es ideal si tienes una reunión familiar o de amigos y no quieres pasarte todo el tiempo en la cocina, la salsa se hace en un abrir y cerrar de ojos y las costillas una vez que entran al horno tienes 25 minutos por cada lado para aprovechar y hablar. Es una receta sencilla de la que no puedes perderte nada, por ello, lo ideal es que cojas papel y bolígrafo y tomes nota de todos los pasos.
Ingredientes:
- dos cucharadas de mostaza
- 180gr de dátiles medjoul
- 200ml de agua
Preparación:
La clave de esta receta es hacer una salsa rica, en el punto justo de dulzor y que no quede muy densa sino más bien líquida para poder untarla bien sobre las costillas. Por tanto, en este caso lo primero que debemos preparar es la pasta de dátil.
Esta pasta es muy sencilla, simplemente debemos poner agua a hervir, mientras tanto deshuesamos los dátiles y, cuando tenemos el agua lista, los echamos y trituramos hasta que consigamos una mezcla suave y homogénea.
Lo siguiente es echar la mostaza en un bol al que, poco a poco, iremos incorporando la pasta de dátiles. Habrá que ir probando para ver el nivel de dulzor que queremos, cuando lo tengamos, si nos ha sobrado pasta de dátiles la podemos guardar para otras recetas, ya sean dulces o saladas.
Ya solamente nos queda pintar las costillas por un lado y meterlas al horno, que hemos tenido que precalentar a 200ºC, durante 25 minutos. Pasado este tiempo les damos la vuelta y volvemos a pintar y las dejamos otros 25 minutos.
Ese es el último paso, cuando haya pasado ese tiempo tendremos las costillas listas por dentro y doradas por fuera. Es el momento de sacarlas del horno y disfrutar con la familia o los amigos.