Una ruta atípica por Oporto a través de sus azulejos
Con casi 2 millones de habitantes en su área metropolitana, Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal por detrás de Lisboa, aunque su casco histórico es manejable (teniendo en cuenta sus famosas cuestas). Una bella ciudad conocida por el trato amable y generoso de su gente, también con el Duero como protagonista indiscutible y el patrimonio de sus dos orillas, con sus puentes y monumentos, azulejos, balcones y callejuelas.
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La Estación de São Bento, cuenta en su interior con 20.000 azulejos que exhiben escenas de la historia portuguesa y de la evolución de los transportes.
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Muy próxima a la estación de Sao Bento se sitúa la Iglesia de San Antonio de los Congregados, curiosa porque conserva detalles en amarillo en su fachada.
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Uno de sus elementos arquitectónicos más tradicionales son los azulejos azules que adornan multitud de fachadas de la localidad. En la Plaza de la Ribeira podemos encontrar una de sus postales más típicas.
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Fachadas de azulejos con motivos amarillos y azules. La cercanía de Oporto con España hace que sea un destino muy cómodo y atractivo para los turistas españoles, sobre todo para una escapada de fin de semana.
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En Oporto destacan sus fachadas con aspecto abandonado y villas señoriales en contrapunto con las estrechas calles y viejos callejones que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.
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El origen de los azulejos portugueses viene de la imitación del clásico azulejo andaluz.
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La Capilla de Almas, construida en el siglo XVII y recubierta en 1929 por azulejos azules que adornan su exterior y representan algunas escenas de la vida de San Francisco de Asís y Santa Catalina.
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Es fácil ver vistosas fachadas en Oporto donde se mezcla el color de los azulejos con la ropa tendida en sus balcones.
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Con casi 2 millones de habitantes, Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal por detrás de Lisboa.
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Decenas de muestras de azulejos en Oporto podemos encontrarlas en la Caja General de Depósitos, donde se hallan expuestos y clasificados.
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Cuenta con estos hermosos mosaicos la iglesia de Santo Ildefonso, cuya fachada, obra de Jorge Colaço muestra escenas de la vida del Santo y alegorías eucarísticas.
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Una fachada de Oporto adornada con el escudo de Portugal.
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Es posible admirar la grandeza y variedad arquitectónica de Oporto desde la Torre de Los Clérigos. Muy cerca puede atisbar más iglesias y monumentos, azulejos en las fachadas y visitar el Palacio de la Bolsa.
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Cerca de la Caja de Depósitos, en la Plaza Gomes Texeira se encuentra la Iglesia del Carmen, uno de los puntos clave de una ruta por los azulejos de Oporto.
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Una bella ciudad conocida por el trato amable y generoso de su gente, también con el Duero como protagonista indiscutible y el patrimonio de sus dos orillas, con sus puentes y monumentos, azulejos, balcones y callejuelas.
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