Iztac renueva su carta, como cada seis meses, y sigue ofreciendo la genuina gastronomía mexicana alejada de los estereotipos que poco tiene que ver con la amplitud y riqueza que posee la extensa geografía azteca.
Desde que en 2018 Jorge Vázquez se empeñó en que fuera "el restaurante que él visitaría si estuviera en la Ciudad de México", estos cuatro años ha sido una superación constante que ha tenido como recompensa ser un "restaurante recomendado" por la Guía Michelin para España y Portugal 2022.
Como ya hablamos en otro artículo sobre este templo de la alta cocina tradicional mexicana, la propuesta gastronómica que trae el chef Juan Matías sigue desmarcándose del archiconocido tex-mex para elaborar una carta pensada para que el comensal conozca la gastronomía mexicana que fue la primera en ser declarada por la UNESCO Patrimonio Invaluable de la Humanidad. Y para ello llena la carta de recetas tradicionales y auténticas, pero desconocidas para el gran público español.
Cuando vas a comer a Iztac sabes que no estás en un mexicano más, estás en el más auténtico y genuino de la capital. Con una decoración a cargo de Lourdes Treviño de Freehand Arquitectura que huye de los estereotipos decorativos tras la reforma del local que ocupaba desde 1959 el restaurante México lindo.
Piezas de artesanía mexicana, un universo que recibe al visitante formado por 4.200 botellas de cerveza Corona, personal nativo del país azteca en su práctica totalidad, iluminación cálida y acogedora y los imponentes lienzos del artista Gabriel Moreno que narran la leyenda del Popocatéptl e Iztaccihuatl, los dos grandes volcanes que se admiran desde la Ciudad de México.
La arriesgada apuesta de cambiar la carta cada seis meses, manteniendo algunos de sus insustituibles, se basa en el empeño de Jorge de dar a conocer la amplísima gastronomía mexicana y sus platillos más característicos a lo largo de los dos millones de kilómetros cuadrados de extensión.
De Norte a Sur y de Este a Oeste, Juan Matías sorprende con entrantes como las tostadas de pulpo con hoja de momo o el tamalito de frijol con tlalitos.
Probamos la tetela de habas y manchamanteles (12,5€) elaborada con una masa de maíz rellena de habas, mole manchamantel oaxaqueño y flor de calabaza y el levanta muertos de Entrecot (19,5€), carne ligeramente pasada por las brasas, y aguachile negro de habanero; todo refrescado por láminas de pepino, rabanito rojo y zumo de lima. Dos deliciosos entrantes que te llevan rumbo a México pero que desde Madrid te invitan a seguir conociendo las bondades de su gastronomía.
Alejados de las típicas taquerías mexicanas, en Iztac sigue habiendo espacio para los tacos. Los mejores son los tácos árabes (7€), precursores del taco al pastor, de influencia árabe y que llevan lagarto Ibérico marinado con hierbas aromáticas, en tortilla de trigo, salsa chipotle y cebolla asada. También muy ricas las quesadillas de Birria (3 uds/15€). Tortillas de maíz rellenas de birria de ternera con queso fundido de bola y acompañadas de un consomé para disfrutarlo a cucharadas con lo que te sobre tras mojar las quesadillas en él.
Entre lo nuevos platillos principales tienes solomillo de doña Julia, arranchera de ternera a la brasa con chilaquiles, mole verde michoacana con carrilleras de cerdo, o el Ti Kin Xic, corvina adobada con achiote a las brasas, frijoles negros, plátano macho, aguacate y salsa x-ni-pec, un clásico de la cocina yucateca.
De las siete opciones nos recomienda Jorge Vázquez probar las enchiladas de picadillo de pollo (25€), con tortilla de maíz rellena de picadillo oaxaqueño de pollo con almendras, aceitunas, pasas y alcaparras, con salsa cremosa de chipotle. ¡Maravillosas! y el arroz a la tumbada veracruzano (26€). Un arroz caldoso con corvina, gamba, pulpo, almejas chirla y cangrejo de concha suave, nada pesado, con mucho sabor y alejado de los arroces que se pueden comer en España.
La parte dulce corre a cargo de la pastry Sohaly Ventura, y damos cuenta del suspiro de cielo (8€), un bizcocho de almendra sellado con mantequilla avellanada y espuma de coco. Todo esto sin olvidar la gran carta de tequilas, mezcales y cócteles varios del que pruebo un riquísimo y 'picoso' Agua Reyes Verde (10€).
Además de contar con servicio de delivery y take away, Iztac dispone de una espectacular terraza para verano e invierno también decorada por Freehand y, como su comedor, perfecta para disfrutar de este nuevo viaje por México con amigos, familia o pareja y sin miedo al picante, que aquí todo pica al gusto del comensal, con un ticket medio de 50€.
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