Después de más de una década conquistando el mundo de la alta gastronomía a través del estrellado restaurante Benares de Londres, su fundador Vikas Nath y su equipo han ampliado horizontes abriendo en Madrid otro Benares, ya recomendado por la Guía Michelin, y ubicado concretamente en el número 8 de la calle de Zurbano.
Esta invitación a viajar por la India haciendo un recorrido por su gastronomía tradicional es la propuesta que Benares ha traído a la capital, erigiéndose en un restaurante genuino con una carta en la que el producto local y las técnicas e ingredientes de la India se dan la mano y cobran verdadero protagonismo.
La propuesta de cocina hindú de este restaurante es un homenaje a la cocina tradicional con platos clásicos como el pollo tikka masala, la coliflor al tandoor o el aloo tikki (10,50€), unos muy ricos pasteles de patata rellenos de guisantes, acompañados de chutney de menta, tamarindo y raita, que los puedes acompañar con deliciosos acompañamientos como el naan (5,50€) de pan blanco o el mejor naan relleno de queso manchego (6,50). Dos apuestas perfectas para iniciarse en la cocina hindú.
Benares se basa en la despensa nacional y en la temporalidad de los productos locales utilizando técnicas como el tandoor, que es un horno de piedra tradicional, el tarka, una técnica que utiliza el aceite para activar los aromas de las especias de grano, u otras como la utilización de salsas tradicionales y masalas o mezcla de especias. Empleando esta técnica llega un muy buen fuera de carta de verano de salmón ligeramente cocido en el tandoor, sobre cama de curry de espinacas, raita de eneldo, pepino y tarka de pimienta rosa.
Gracias a sus diferentes espacios y a su cuidado interiorismo, Benares se convierte en una opción versátil y perfecta para diferentes momentos y ocasiones y para disfrutarlo con amigos, pareja o familia. Diseñado por el estudio Cousi y dividido en cuatro zonas claramente diferenciadas, el bar acristalado, la terraza exterior a pie de calle, la sala principal y el patio interior, un oasis envolvente gracias a su cuidada iluminación, el restaurante se inspira en una nueva India moderna, elegante y urbanita. Para conseguir este resultado, se ha apostado por la combinación de materiales como la madera, el cristal o el mármol, una mezcla de texturas y tonos, y el uso de celosías de madera o luminarias.
Del producto local probamos una rica dhaniya macchi tikka (22,50€), una corvina de Conil marinada en cilantro y jengibre con ensalada de hinojo encurtida al Panch Phoron. Y como plato estrella nos sirven un buenísimo butter chicken (19,50€), el clásico curry de pollo en cremosa salsa de tomate al macís, acompañado de dal makhani (7,50€), unas lentejas negras al estilo tradicional y de pulao (7€), arroz con aroma de comino y azafrán. La mezcla perfecta para acabar esta travesía por la India. Aunque había que terminarla con el aam panipuri (8,50€), relleno de crema de mango, chantilly de lima, crumble de cacao y chile, para comerlo de un bocado.
Además, de la mano de los bartenders Rodolfo Lamanna y Nathaly Bustamante, el restaurante propone una carta de cócteles diferencial en la que se que combinan sabores, texturas, aromas y colores con ingenio. En ellos se combinan desde especias, que le aportan esa esencia india tan característica, a productos españoles como el Jerez o el Rioja. Al mismo tiempo, desde su bodega ofrece una amplia selección referencias vinícolas tanto nacionales como internacionales. Probamos un buen vino blanco Godello Tilenus, D.O. Bierzo (22€).
Con un ticket medio de 40-50€ también tienes la opción de un menú degustación por 75€, con posibilidad de incluir maridaje de vinos bajo petición por 30€ más por persona, que bebe de la alta gastronomía y en el que el equipo da rienda suelta a su imaginación y reinterpreta platos con las técnicas y sabores de la India.
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