Vigilante perpetuo, el Teide asoma su cumbre entre las nubes que quedan atrapadas por su altura en Tenerife (en su punto más alto llega a los 3715 metros), dominando un paisaje lunar y con una gran biodiversidad. El Parque Nacional del Teide presenta uno de los más impresionantes espectáculos geológicos del mundo, donde los más aficionados se quedarían a vivir entre sus coladas y conos volcánicos de formas caprichosas, sino también por su variedad natural de flora endémica y fauna.
Empezando fuerte y tomando como punto de partida la costa de Adeje, a pocos kilómetros se elevan los acantilados de Los Gigantes, una de las joyas naturales de la isla y una visita obligada en el extremo sur oeste de la isla, entre los municipios de Buenavista del Norte y Santiago del Teide. Sin duda hay que aprovechar la luz de la mañana tinerfeña para ver en todo su esplendor y tamaño esta obra de la naturaleza esculpida por el paso del tiempo hasta nuestros días. No sólo sus grandes paredes verticales son un tesoro para la vista, también las aguas que bañan estas moles merecen ser navegadas para ver el cetáceos más famoso de la isla: el Calderón Tropical.
De vuelta a la carretera, ya desde la subida, atravesando el Parque Natural del Teide, admiramos a través de la ventanilla del vehículo, el cambio paisajístico y la variedad de entornos naturales que ofrece esta parte de Tenerife, los árboles y las plantaciones van dejando paso a las rocas volcánicas a medida que la altitud es mayor y es curioso ver como algunos pinos se retuercen para sobrevivir en solitario contra los elementos. De camino a la cumbre del Teide se encuentra el Mirador de las Narices y su fabulosa carretera entre piedra volcánica, un lugar mágico que ha sido aprovechado en muchas ocasiones para anuncios publicitarios y otras grabaciones. La foto allí es imprescindible.
El parque nacional con varios miradores que os permitirán admirar el volcán desde lugares privilegiados. Además, a medida que se asciende por las carreteras hacia lo más alto del Teide, es muy probable que también observéis un fenómeno muy habitual en la zona, el llamado mar de nubes. Algunos de esos miradores son el de Chipeque, La Tarta o La Crucita.
Una vez dentro del Parque Nacional, descubrimos la ruta de las Minas de San José, un entorno de película, de hecho ha sido escenario de varios largometrajes, que además es famoso porque varias agencias espaciales han experimentado allí con robots antes de enviarlos al espacio ya que su agreste y duro terreno es muy parecido al que tienen planetas como Marte.
Para recorrer el Teide hay que tener en cuenta dos cosas, que la subida al pico del volcán está restringida a un número limitado de personas al día y que seguramente el viento sea molesto y más frío debido a la altura (a pesar de ser una isla subtropical) con lo cual es muy recomendable llevar calzado de montaña o similar y ropa de abrigo ligera.
Los Pinos Gigantes de Vilaflor
Vilaflor es un pueblo de esos con encanto que se encuentra al sur de Tenerife, descendiendo desde el Parque Nacional del Teide hacia la costa de Adeje, se ubica este pequeño pueblo, uno de los más altos de España, a unos 1500 metros. Tranquilo y fuera de las zonas más pobladas de la isla, pasear por su casco antiguo, sin el agobio del bullicio turístico permite disfrutar de sus calles y plazas que aún conservan muchos elementos de la arquitectura tradicional de los siglos XVII Y XVIII.
Desde el pueblo, un pequeño camino de piedra permite acceder hasta los 2 pinos gigantes de la isla: El Pino Gordo y Pino de las Dos Pernadas.
El llamado Pino Gordo es el árbol más grueso de España y el 3º más alto con 45 metros de altura y una circunferencia de 9,25 metros. Con unos 800 años de antigüedad es uno de los árboles más antiguos de Tenerife junto con el Drago Milenario de Icod de los Vinos.
Aunque el pueblo de Vilaflor tiene una población no muy elevada (unos 1600 habitantes) en sus alrededores se encuentra un magnífico restaurante, que además es spa, donde recuperar fuerzas antes de regresar a la zona de costa. Se trata del Hotel Spa Villalba, construido en madera y piedra para confundirse con su entorno natural, a unos 25 kilómetros del Teide.
Ver cetáceos en Tenerife
Existe un lugar en el mundo que se considera ideal para el avistamiento de cetáceos y es Tenerife. Diversas especies de ballenas y delfines pueden disfrutarse durante casi todo el año en las Islas Canarias. Esto es debido a que la privilegiada situación geográfica en un área subtropical con encuentro de corrientes cálidas y aguas frías que favorece una gran biodiversidad marina y la estructura volcánica de las islas, en particular entre Tenerife y La Gomera, que cuenta con 2000m de profundidad, y es reservorio de alimento para la fauna del lugar.
Para poder ver de cerca cetáceos, en concreto el Calderón Tropical, es muy recomendable alquilar un barco o contratar alguna de las excursiones que se realizan en catamarán por estas aguas, cerca de los acantilados de los Gigantes. Después de ver a estos maravillosos animales marinos, será el momento de tomar un baño en las tranquilas aguas cercanas a la costa, que algunos días parecen más una balsa sin olas que un océano. Es posible con un poco de suerte ver otras especies de delfines y la emblemática ballena azul, el animal más grande del planeta.
Plantaciones plataneras atípicas
Una plantación de plátanos en Canarias es algo muy común, pero convertir esa fina y su entorno en un espacio para visitar, comer y aprender, es lo que ha conseguido la Finca la Calabacera, en el municipio de Guía de Isora, que cuenta con 150.000 m2 de distintos tipos de cultivos ecológicos, así como con vistas al mar y a la isla de La Gomera. En este lugar ofrecen visitas guiadas, incluyendo la posibilidad de realizar una degustación de productos, locales y de temporada.
El sur de Tenerife condensa un plan diferente, fuera del monopolio turístico convencional de la playa y el bronceado, una parte de la isla que ofrece muchos rincones y rutas que recorrer en pocos días, sin prisas, sin preocupaciones y con el buen tiempo que siempre acompaña.
Combinación entre turismo y moda
Durante un fin de semana al año, en el mes de octubre, el turismo y la moda se fusionan en Tenerife en la ya asentada Tenerife Fashion Beach Costa Adeje que cumple este 2022 su quinto aniversario. Una iniciativa impulsada por el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Adeje que se ha hecho un pequeño hueco entre las grandes pasarelas de la moda internacional como escaparate y elemento de promoción de la isla de Tenerife y sus diseñadores locales y todo ello en un entorno natural inigualable. Un buen motivo para pasar unos días en la isla mezclando naturaleza, turismo y moda.