
En el interior de la hortaliza conocida como calabaza se esconde un tesoro nutricional, que son sus semillas. Estas semillas son extraídas de la calabaza común y han sido consumidas por diversas culturas a lo largo de la historia debido a sus propiedades medicinales y nutritivas. También se suelen llamar pipas de calabaza porque, ligeramente tostadas, se pueden comer "como pipas". De hecho, estas son un fruto seco muy interesante para incorporar en la dieta, ya que contienen abundantes ácidos grasos, vitaminas y minerales, que las convierten en porteadoras de muchos beneficios y propiedades para el organismo.
Las semillas de calabaza o pipas de calabaza son las semillas verdes, ovaladas y peladas de la calabaza que se consumen como aperitivo saludable. A veces, se obtienen de la calabaza de aceite de Estiria, pues sus semillas carecen de cáscara. Lo bueno de estas semillas es que se pueden comprar crudas o tostadas, de hecho, cuando se venden crudas, suelen estar también secas para evitar que se pudran.
No hay que perderlas de vista porque las pipas de calabaza contienen gran cantidad de sustancias vegetales antioxidantes que captan radicales libres reactivos en el organismo y que son responsables de buena parte de las propiedades de las semillas de calabaza. Estos son ácidos fenólicos, lignanos (un fitoestrógeno), fitoesteroles y carotenoides (por ejemplo, beta-caroteno o luteína). Estos alimentos suponen un gran aporte nutricional para nuestro el de vitaminas A, de complejos vitamínicos B; de vitaminas C, D, E y K; de fósforo; de zinc; de calcio; de cobre; de potasio; de hierro y, de magnesio.
Origen
Las calabazas se cultivan en zonas cálidas y secas, pero también en fríos bosques nubosos. Aun así, la mayoría de las especies crecen en zonas bajas con estaciones húmedas y secas diferenciadas, lo que está claro es que las calabazas necesitan mucha luz solar y son sensibles a las heladas. Desde la antigüedad, se usaban las pipas de calabaza tanto por sus propiedades medicinales como por sus propiedades alimentarias. Asimismo, se cree que las primeras calabazas fueron domésticas por sus pepitas y piel, y no por su carne, pues esta era muy áspera.
¿A qué saben?
Las pipas de calabaza, tienen un sabor suave, ligeramente dulzón, y se pueden comer crudas, añadir a ensaladas, a hamburguesas caseras, mezclarlas con el yogur, o utilizarlas como aderezo para muchas recetas tanto dulces como saladas. Y una curiosidad, aunque no lo parezca, las pipas de calabaza y el chocolate tienen cosas en común: ambos son ricos en triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina.
Efectos de las pipas de calabaza en la salud
La proteína de las semillas de calabaza aporta mucha lisina, un aminoácido poco habitual en la mayoría de los cereales. Por lo tanto, las semillas de calabaza pueden ser un increíble complemento de proteínas.
También tiene una buena cantidad del aminoácido triptófano, de hecho100 gramos aportan el 230% de la cantidad diaria recomendada. Esto es un dato relevante ya que muchos alimentos de origen animal ricos en proteínas no aportan tanto triptófano como las pipas de calabaza. Hay que tener en cuenta que el organismo utiliza el triptófano para producir la hormona serotonina y, a partir de esta, la melatonina. La serotonina afecta de forma positiva al estado de ánimo y la melatonina ayuda a conciliar el sueño, de hecho, algunos estudios señalan que el consumo regular de semillas de calabaza ayuda a mitigar el insomnio.
Beneficios para la salud de las pipas de calabaza
- Problemas cardiovasculares y enfermedad hepática. Las semillas de calabaza tienen propiedades protectoras para el corazón y el hígado. Al ser ricas en magnesio, mejoran la presión sanguínea, lo que reduce la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas. El aislado de proteína de semilla de calabaza ha demostrado aliviar el acetaminofeno, que es la toxicidad en el hígado y, también ayuda a proteger contra las lesiones hepáticas. Al igual que muchos otros frutos secos, las pipas de calabaza son ricas en ácidos grasos y antioxidantes que ayudan a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Estas semillas son conocidas por su contenido en ácidos grasos saludables, incluyendo omega-3 y omega-6. Estas grasas beneficiosas son cruciales para mantener una buena salud cardiovascular y para el desarrollo adecuado del cerebro.
- Las pipas de calabaza son una excelente fuente de nutrientes esenciales. Son ricas en proteínas de alta calidad, lo que las convierte en una opción ideal para los vegetarianos y veganos que buscan obtener proteínas completas. También son una fuente abundante de minerales como el magnesio, el zinc, el hierro y el potasio, fundamentales para el buen funcionamiento del organismo.
- Las pipas de calabaza también son una fuente rica de antioxidantes, como la vitamina E y el carotenoide beta-caroteno. Estos compuestos protegen las células del daño oxidativo causado por los radicales libres, contribuyendo a la prevención de enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.
- Indicadas para las personas diabéticas. Es un fruto seco cuyo consumo regular se aconseja en personas con diabetes, gracias a que es un buen estimulante del páncreas, ayudando por tanto a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Capacidad para mejorar la salud de la próstata en los hombres. El contenido de zinc en las semillas de calabaza puede ayudar a reducir el riesgo de hiperplasia prostática benigna (HPB) y problemas urinarios relacionados. También gracias a la cucurbitina, un aminoácido esencial que actúa sobre el sistema urinario y sus dolencias, las semillas de calabaza evitan el agrandamiento de la próstata y corrigen los efectos de la vejiga hiperactiva. Los fitoesteroles, ayudan a estrechar una próstata agrandada, mientras el zinc apoya la salud de la próstata y, mejora la frecuencia urinaria nocturna. La gran acumulación de fitoesteroles también reduce el colesterol malo.
- Regulan el tránsito intestinal. Por su alto contenido en fibra, consumir regularmente pipas de calabaza evita la sensación de hinchazón producida por los gases y favorecen el buen funcionamiento del tránsito intestinal.
- Antiinflamatorias. Al igual que los arándanos, las pipas de calabaza también poseen propiedades curativas en relación a enfermedades como la artritis y otras inflamaciones del organismo. De hecho, gracias a los antioxidantes, tales como la vitamina E y los carotenoides, las pipas de calabaza ayudan a reducir la inflamación siendo un remedio natural contra la artritis.
- Incorporar las pipas de calabaza a la dieta también puede favorecer la salud ósea. Su contenido de zinc, magnesio y otros minerales esenciales es esencial para mantener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis.
- Favorecen el sueño. Las pipas de calabaza son una gran fuente de triptófano. Este aminoácido estimula la producción de serotonina, la hormona neurotransmisora del bienestar y a su vez, se transforma en melatonina, lo que favorece el sueño. Las semillas de calabaza en combinación con hidratos de carbono, son casi tan eficaces como el triptófano farmacéutico en la reducción del tiempo que se permanece despierto durante la noche.
- Antidepresivo natural. Su composición rica en L-triptófano ayuda a aumentar los niveles de serotonina, por lo que funcionan de forma efectiva contra la depresión.
- El aceite de semillas de calabaza. Por sus propiedades nutricionales, esta extracción posee grandes poderes terapéuticos. Es un perfecto emoliente y calmante, ideal para masajes en pieles sensibles. Funciona como laxantes y, se le considera muy beneficioso para los pulmones y las membranas mucosas.
- Eliminan los parásitos. Las semillas de calabaza tienen un fuerte poder contra los parásitos intestinales, sobre todo, los caninos. Ayudan al tratamiento de intestinos sensibles e irritados.
- Además de sus beneficios nutricionales, las pipas de calabaza son versátiles y deliciosas. Se pueden disfrutar solas como un snack saludable o añadir a ensaladas, yogures, batidos y otros platos para mejorar su valor nutricional y sabor.