
El emblemático restaurante Zalacaín ha vuelto a situarse en la cima de la gastronomía nacional al ser galardonado como "Restaurante del Año en la Comunidad de Madrid" por La Cofradía de la Buena Mesa. Este reconocimiento no es un premio más: es la confirmación del éxito de una gestión que ha sabido conjugar el respeto escrupuloso por la tradición con la exigencia de la excelencia moderna, demostrando que la mejor fórmula es la que rehúye las modas pasajeras.
La distinción celebra el renacer de una casa mítica que, desde su reapertura en 2021 bajo la dirección del Grupo Urrechu, ha recuperado el esplendor que lo convirtió en el primer restaurante español en obtener tres estrellas Michelin. En un panorama a menudo dominado por la obsesión por la novedad efímera, Zalacaín se erige como un baluarte de la alta cocina clásica bien entendida.
Una fórmula de éxito
Fundado en 1973 por Jesús María Oyarbide y Consuelo Apalategui, Zalacaín es sinónimo de historia culinaria española. Su nueva etapa demuestra que la fidelidad a los valores y al servicio impecable es una inversión segura que la clientela exigente sigue demandando.
El proyecto es liderado por Íñigo Urrechu en lo gastronómico, con el apoyo de maestros de sala como Roberto Jiménez y Luis Miguel Polo, y con Raúl Revilla al frente de una de las bodegas más importantes del país. Es un equipo que ha entendido la clave del éxito: mantener vivos los sabores y las técnicas clásicas que hicieron célebre al restaurante, pero reinterpretados con la sutileza que exige el paladar actual.
En la carta, este compromiso se traduce en una convivencia magistral de platos históricos como el Búcaro "Don Pío" o el Bacalao Tellagorri, con propuestas que demuestran una mirada contemporánea sobre la tradición.
La defensa de la calidad
La Cofradía de la Buena Mesa, una de las instituciones gastronómicas más veteranas y respetadas de España, ha querido premiar el esfuerzo y el compromiso empresarial detrás de esta recuperación.
En palabras de su presidente, Ramón Pérez-Maura, el equipo de Zalacaín ofrece una experiencia culinaria única, con un enfoque en la calidad y el detalle que hacen que cada visita sea memorable.
Este galardón se suma al sol Repsol obtenido en mayo de 2025, confirmando que la fórmula de la elegancia, la excelencia en el servicio y el respeto a la historia, lejos de ser un lastre, son la base de un negocio exitoso.
Cincuenta años después de su apertura original, el restaurante de la calle Álvarez de Baena demuestra que las grandes casas no solo perduran, sino que se reinventan con éxito cuando la gestión está a la altura. Zalacaín reafirma su lugar como un símbolo indiscutible del buen hacer culinario en España, ajeno al ruido y centrado en lo verdaderamente importante: la calidad.

