Unos estudiantes de la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos) han abierto su propio estudio de diseño arquitectónico y han decidido, debido al incremento de las tasas de divorcio en la sociedad de hoy en día, crear una casa que se dividiría en caso de divorcio.
La casa forma parte de un proyecto llamado "vivienda prenupcial" que ha desarrollado el Studio Oba junto con Omar Kbiri. El diseño consiste en dos unidades prefabricadas pensadas para ser parte de una sola. Cuando las parejas se separan, la casa comienza una ruptura, literalmente, despegándose ambas unidades.
Eso sí, igual que se pueden separar se pueden volver a juntar en caso de que haya una reconciliación.