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Katy Mikhailova

Pequeñas chorradas de lujo

Cada sábado sueño con que esta semana no se generen más idioteces en la moda y la belleza. Pero no, la estupidez no tiene límites.

Cada sábado sueño con que esta semana no se generen más idioteces en la moda y la belleza. Pero no, la estupidez no tiene límites.
El billetero de Cartier | Cartier

Cuando me predispongo a escribir mi tradicional columna de los sábados, si no encuentro la inspiración en mi día a día, investigo en prensa sobre las polémicas de la moda.

Prácticamente cada semana, o cada dos, "googleo" para estar informada de lo que ocurre en esta industria. Mientras el buscador tarda 2 ó 3 segundos en recopilarme el listado completo de noticias actuales, vivo microinstantes de cierta lucidez con la esperanza de que en esta sociedad no se generen más idioteces en la moda y la belleza de las ya creadas. Muy a mi pesar, y, por enésima vez, compruebo que la estupidez de algunos humanoides no tiene límites.

Después de los meñiques de los pies amputados, los tatuajes solares, el pelo teñido de gris y azul, los dientes forrados de diamantes, los bolsos de Chanel que recrean los paquetes de leche, los pendientes-basureros de Moschino, los vaqueros de barro por 400 dólares o las zapatillas de Gucci sucias… después de todo esto y otras tantas tendencias de las que he escrito -vean el historial de Libertad Digital de mi sección de opinión-, después de toda esa mierda -por favor, perdónenme, pero es que no hay otro término para denominar tales fenómenos- aún hay sitio para más.

Más y mucho más. ¿Lo último? Clips para sujetar papeles o billetes de dinero por 160 euros. Un sólo clip. Eso sí, en plata y con las letras de Prada grabadas en un lateral. Sí, esos clips tradicionales -de plástico, alguno de metal, en color o grises, que llevamos usando décadas y que utilizábamos para no perder los apuntes o los contratos de turno- pasan a una vida mucho mejor. A una vida cara, de lujo y absolutamente innecesaria.

Hoy es Prada, pero ayer fueron otras firmas luxury en recrear este producto. Louis Vuitton sacó el suyo -algo más elaborado, estético y original- por 200 euros; también Gucci por 270, mucho más ostentoso, amplio, y con una cabeza felina dibujada en medio del rectángulo de la parte frontal de clip; y Cartier ha tenido el suyo por 243 euros.

Las últimas tres marcas mencionadas, al menos, diseñaron un "sujeta-papeles" algo más sofisticado, materializando un producto que, sin ser nada nuevo, contaba con cierto diseño. Pero lo de Prada es una auténtica tomadura de pelo.

Soy defensora de las marcas de lujo, cliente en algunas ocasiones; comprendo y acepto, y comparto, que un bolso artesanal que requiere de 3 personas y 500 horas de trabajo cueste un par de miles de euros. Pero no logro entender qué motivación hay detrás de un clip de plata por más de 10 euros.

Me planteo muchas preguntas: ¿se puede asegurar este clip? No olvidemos que es un artilugio que, junto con los mecheros, los bolígrafos, las horquillas y las gomas de pelo, es uno de los complementos que más ha perdido el ser occidental en las últimas décadas. La siguiente cuestión que me pregunto es cuán bueno es este producto de la firma italia de lujo para "amarrar" los papeles -o billetes de euros y dólares-, ya que, se supone, que tiene que sujetar mejor que un clip ordinario de 5 céntimos. En tercer lugar, ¿cuánto tiempo tardarán los chinos en falsificar semejante memez? Y, por último: ¿qué clase de idiota va a pagar 160 euros por algo así?

En Chic

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