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Katy Mikhailova

La cigüeña que preñó al macho

Se celebra la semana internacional de la moda de Londres, una semana frenética por la que pasa toda clase de “estrambotismo estético”.

Se celebra la semana internacional de la moda de Londres, una semana frenética por la que pasa toda clase de “estrambotismo estético”.
Modelo masculino desfila simulando un embarazo. | Instagram

Podría ser la historia de un diseñador ansioso, porque su desfile, de ropa masculina, despierte la atención de la humanidad. Habitualmente, el desfile de hombres apenas tiene interés ni repercusión alguna. Este podría ser el discurso más moderno pero más estúpido al mismo tiempo. "Bebé del nuevo mundo", dicen las camisetas de un creativo. Según este señor, "estamos preparados para dar la bienvenida a un futuro embarazo masculino".

Vayamos por partes. Se celebra la semana internacional de la moda de Londres, una semana frenética por la que pasa toda clase de "estrambotismo estético". En medio de todo ese caos, hay pasarelas masculinas de moda para hombres. Xander Zhou, de origen chino, ha decidido provocar medio mundo con un modelo que ha desfilado la semana pasada en la Semana de la Moda de Londres con una barriga de embarazado. Falsa, lógicamente; la tripa, me refiero.

Reconozcan que habría sido más divertido que se hubiera hecho un "Bridget Jones" y que, para la ocasión, hubiera conseguido la famosa "barriga cervecera". Habría sido todo más realista.

La pena es que el Señor Zhou no haya representado la otra "cara" del embarazo: pies hinchados a más no poder, varices, estrías, retención de líquidos y todas esas cosas que le suelen pasar a la inmensa mayoría de las mujeres -menos a las celebrities; ellas no, ellas paren maquilladas y con peluquero en el hospital retocándolas, y con un cuarteto en directo interpretando la estación de primavera de Vivaldi-.

El embarazo no se resume en una tripa-post-fabada. Es mucho más que eso, y la responsabilidad no se ciñe a una frívola camiseta.

Ya puestos a desvariar, el Señor Zhou podría haber propuesto a modelos masculinos que, durante el desfile, cambiaran pañales. Pañales de verdad; usados a una hora del espectáculo -no importa si por un bebé o por un adulto-. Y dejando a un lado estos temas escatológicos, la música debería haber sido alguna nana famosa, pero al ritmo del llanto de un recién nacido.

La idea es bonita, solidaria y muy top. El bajón viene cuando uno decide que es imposible que un hombre consiga la preñez. Lamentablemente, la naturaleza le ha dado a la mujer, en general, un útero, fertilidad y dos ovarios; y al hombre… en fin, ya saben.

Intuyo que el creador chino se ha saltado las clases en el colegio sobre la reproducción sexual y cómo se hacen los niños. Habría molado más una sudadera con cigüeñas aterrizando con un bebé en un saco. -Los flamencos y los unicornios fueron tendencia el verano pasado; así que son tiempos de gaviotas-. Hay ocasiones en las que faltan tacones y sobra idiotismo.

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