Menú
Katy Mikhailova

Vieja normalidad

Madrid está a tope, convirtiéndose en centro de los grandes eventos de moda del país.

Madrid está a tope, convirtiéndose en centro de los grandes eventos de moda del país.
Ana Morgade | Contacto Photo

Madrid va a más. Vive más que nunca. Y es que esta semana he tenido que anular unos 3 eventos a los que me había comprometido a asistir, y hay al menos 5 encuentros que directamente denegué desde el principio. El lunes era la gala de Vogue Who's On Next; el martes la apertura de la peluquería en Madrid, Blondie Madrid, de Laura Escanes (¡qué mal suena lo de peluquería pudiendo decir ‘salón de belleza’), a la que asistía María Pombo y su tropa, en una fiesta entre globos, magdalenas y rulos, con tatuador incluido para la que se quiera llevar un recuerdo; miércoles, la cena de la nueva carta del restaurante Papúa (¡bendita ensalada de tomates cherry con Cochinita!); el jueves, los ELLE Style Awards Sevilla, aglutinando en un fiestón a toda la jet set y las celebridades que pueda haber en España. incluso Sharon Stone no quiso perderse la cita, recogiendo su premio de las manos del bailaor, El Yiyo, que, con sus pies, promete convertirse en el mejor bailaor del mundo (con escasos 22 años).

En esta cita, de gala, no faltaron Sara Carbonero, Helen Lindes, Eva González, Carmen Lomana, Omar Montes (que últimamente está en todo), y una infinita lista de rostros conocidos que no querían perderse la cita. En Sevilla también convivían estos premios con los de Radiolé; y, al mismo tiempo, también el jueves, Toyota España lanzaba un coche diseñado por la joven artista Arena Martínez en una fiesta en Madrid, en una especie de garaje en Principe Pío, con una estética de lo más underground (el dresscode era "Studio 54") con asistentes tan peculiares como Iker Casillas, Manu Tenorio o Iñigo Onieva, rodeados de jóvenes influencers anónimos vestidos con colorinchis como si nos adelantáramos unos días a Halloween. Arena es grande, y, como dicen los jóvenes, "lo está petando". Su impronta inconfundible va a traspasar fronteras. Aunque esto de intervenir un coche ya se lleve haciendo mucho tiempo, hay que reconocer el arte (y la artesanía), herencia del padre de la creadora, de Arena para recrear la fantasía en un automóvil. Toyota apetece más. Un indicio de que el sector automovilístico sigue abrazando la moda.

La sociedad, la prensa, los anunciantes y los canaperos han cogido con más fuerza que nunca las ganas de festejar, de celebrar, de besar y convivir sin mascarillas. ¡Odiosa esta última palabra, complemento inexorable, a la vez que necesaria! Es como si el parón en el tiempo en 2020 nos empujara a estos atracones sociales, que empiezan ya a agobiar.

Me contaba el otro día una buena amiga francesa que se estaba produciendo en Europa una rotura de stock de champagne, porque los ricos, al no salir y viajar durante el confinamiento, ahora han cogido con más ganas que nunca esto de gastar. Y las burbujas, las primeras. Un bien escaso.

Además de las ansias por vivir, bailar y vibrar, algo absolutamente entendible en esta nueva vieja-nueva normalidad, Ana Morgade nos regalaba esta semana curiosas imágenes durante el posado en la alfombra roja (o turquesa) de la Semana de Cine de Valladolid vestida de portatrajes para ironizar con la tontería de quién va de qué y quién es la mejor y peor vestida. Es que esto es cosificar a la mujer… ironía aparte.

Con todo esto y más, creo que les he agotado solo con narrarles lo que sucede en Madrid y en España una semana cualquier en época de vieja-normalidad. Con sólo leer esto, les ha debido de entrar tal pereza… que, no sé ustedes, pero yo este puente me quedo en casa.

En Chic

    0
    comentarios