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Consejos para cuidar la vista durante el verano

Si eres de los que se preocupa por su vista, el verano es especialmente peligroso. En LD te damos consejos para cuidarla.

Si eres de los que se preocupa por su vista, el verano es especialmente peligroso. En LD te damos consejos para cuidarla.
mujer, rostro, gafas de sol | Pixabay/CC/Pexels

La llegada de las vacaciones de verano hace que dejemos atrás las pantallas del ordenador y pasemos a los días de playa o piscina, bajo el sol, el aire, la arena y el agua. Todo esto nos afecta directamente tanto al pelo como a la piel y, por supuesto, a la vista. Posiblemente no lo notemos, pero sucede.

De hecho, ante el calor y el sol estamos bastante concienciados de la necesidad de adquirir ciertas costumbres como beber agua de forma constante o aplicarnos protectores solares. Sin embargo, nuestros ojos son muchas veces los grandes olvidados en un periodo complicado para ellos.

Para que nos hagamos una idea de la importancia de cuidar los ojos igual que el resto del cuerpo durante el verano, hay que saber que las consultas por problemas oculares se incrementan en verano, una época en la que son más habituales situaciones que van a derivar en irritaciones, infecciones o sequedad ocular.

¿Por qué cuidar los ojos en verano?

Hemos de cuidar los ojos durante todo el año, pero es cierto que en verano tenemos que tratarlos con mucha precaución. ¿Por qué? Lo primero que seguro que te viene a la cabeza es el sol, ya que la potencia de los rayos UV es muy fuerte en esta estación. Además, tendemos a pasar más tiempo al aire libre, y esto nos deja expuestos al astro rey.

Sin embargo, el sol no es el único aspecto determinante. Lo cierto es que el aire acondicionado y el calor seco de determinadas zonas tampoco son buenos para tus ojos. Estos llevan al ojo seco, lo que produce sensaciones incómodas, por lo que sería recomendable llevar siempre encima un poco de lágrima artificial.

También bañarse en la piscina o en el mar requiere tomar ciertas precauciones. Esto se debe a lo irritante del cloro y a las bacterias que puede haber en la playa. Por otro lado, el hecho de que llueva menos favorece la incidencia de alergias, por eso, depende de cuál padezcas, también tendrás que extremar los cuidados.

Motivos para cuidar la vista en verano

  • Alta temperatura y exposición al sol

Una de las principales razones de que este órgano sufra más en verano es que durante este periodo aumenta significativamente la temperatura y exposición al sol y, aunque somos conscientes de que debemos cuidar la piel, se nos olvida la importancia de proteger los ojos.

  • Contacto con el agua en piscina, ríos y playas

Otro factor a tener en cuenta a la hora de cuidar la vista en verano es el mayor contacto con el agua, que es especialmente dañina en el caso de las piscinas por sus altas dosis de cloro y desinfectantes. El agua del mar, aunque en principio más "sana", también puede irritar nuestros ojos por su salinidad.

  • Aire libre y aire acondicionado

Pasar mayor tiempo al aire libre también es otra de las situaciones que compromete la salud de nuestros ojos. Los espacios abiertos o ambientes más secos que los habituales inciden en la sequedad ocular igual que los espacios cerrados expuestos a aparatos de aire acondicionado así como en el número de infecciones y problemas oculares durante esta época.

5 sencillos consejos para cuidar los ojos en verano

  • Gafas de sol siempre

Si nos encontramos en el exterior, el uso de gafas de sol debe ser constante, especialmente en las horas centrales de día ya que nos van a proteger de los rayos solares cuando estos llegan a índices extremos.

Además, van a evitar también que se nos introduzcan impurezas e incluso insectos que pueda haber al aire libre. Eso sí, debemos procurar que la gafas tengan un diseño anatómico que cubra bien toda la zona ocular y por supuesto protección UV. Una obviedad es que si llevamos gafas de sol durante las horas centrales del día podremos ver con más claridad lo que sucede a nuestro alrededor y evitaremos accidentes.

  • Gafas acuáticas

Si queremos cuidar la vista en verano, también debemos hacerlo a la hora del baño. El agua clorada de las piscinas puede provocar irritaciones oculares pero también la sal del mar ocasiona enrojecimiento, infecciones y erosiones en los ojos.

La utilización de gafas acuáticas ayuda a evitar estos problemas en la mayoría de los casos. Es importante que las gafas estén bien talladas para que cubran nuestros ojos y eviten que se introduzca el agua. Si además tienen protección UV, mejor.

Es cierto que en la mayoría de ocasiones no creemos que sea necesario debido al poco tiempo que vamos a estar en el agua o a hacerlo con los ojos cerrados, sin embargo, estamos equivocados porque el agua nos puede dañar los ojos igualmente.

  • Hidratación a tope

El aire de los espacios abiertos o el del aire acondicionado contribuye a crear un ambiente más seco que influye en la hidratación de nuestros ojos. Por ello, conviene tener siempre a mano suero fisiológico o humectante ocular a modo de lágrima artificial que ayude a lubricar nuestros ojos y evitar problemas mayores. Los formatos unidosis actuales, son sumamente cómodos de portar y utilizar.

Este mismo suero fisiológico será útil en caso de que se nos introduzca alguna sustancia "veraniega" como polvo, arena, crema solar o una molesta pestaña. Realmente lo deberíamos usar a diario durante todo el año porque hay muchos factores que pueden secar los ojos, como el frío o las pantallas de los ordenadores.

  • Parpadea a menudo

El aire acondicionado y el calor seco de algunas zonas aumentan la sequedad ocular. Por el bien del cuidado de los ojos, procura parpadear a menudo para hidratarlos. En el caso de que los notes muy secos, no dudes en usar lágrimas artificiales, si el problema persiste lo ideal es acudir al oftalmólogo.

  • Horas de mayor exposición solar a la sombra

Las horas centrales del día, de 12 a 16 horas, son las de mayor exposición solar. Durante esas horas es imprescindible protegerse con gafas de sol, vigilar la humedad ocular y a, poder ser, procurar estar a la sombra, en especial, en el caso de los niños y las personas mayores que deben reforzar esta protección con gorras o viseras. Desde luego, evitar siempre la mirada directa al sol incluso con gafas.

  • Dispositivos a la vista

La dependencia de móviles, tablets y demás dispositivos es ya un hecho. Pero ahora, más que nunca, debemos limitar el tiempo que pasamos usando estos aparatos electrónicos ya que al enrojecimiento e irritación consecuencia de su uso excesivo, puede sumarse el resto de molestias oculares habituales de la época estival.

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