Los recursos del planeta se están agotando y urge un modelo respetuoso y saludable que asegure el futuro de las nuevas generaciones. Llevar un estilo de vida sostenible es más que el logro de un consumo responsable, se trata de vivir en base a un compromiso con el medio ambiente y se puede alcanzar introduciendo pequeñas acciones en el día a día. No es un cambio repentino ni va a ayudar al planeta a corto plazo, sino que es un trabajo que lleva tiempo y se verán los frutos en el futuro.
Vivir un estilo de vida sostenible es una forma importante de contribuir a la protección del medio ambiente y reducir la huella ecológica, además hay muchas acciones que se pueden tomar para vivir de manera más sostenible. También hay que saber que acabar con el actual consumismo insostenible, recuperar la biodiversidad que se está perdiendo a pasos agigantados y afrontar de una vez el cambio climático son tres de las prioridades que la ONU considera imprescindibles para salvar el planeta. No existe un plan B porque no hay un planeta B.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo hay aproximadamente 7.700 millones de personas. Cada uno de ellos se alimenta, se mueve y consume bienes y servicios, y muchos lo hacen de forma poco responsable con el medio ambiente. La pregunta es: ¿sirve de algo la acción sostenible de unos pocos? Para la mayoría de las organizaciones internacionales que tratan de preservar el planeta la respuesta es sí: Cada gesto cuenta.
De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan en Estados Unidos afirma que las normas consensuadas por un grupo poblacional garantizan la eficiencia de una estrategia de vida sostenible. ¿La clave? La reputación de cada uno sirve de refuerzo positivo en los demás, es decir, que un vecino recicle correctamente es una inspiración para el resto.
¿Qué es un estilo de vida sostenible?
En 1986 la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el concepto de estilo de vida como "una forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales". Un año después, el Informe Brundtland, realizado por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, comenzó a alinear estilo de vida y sostenibilidad: "El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas".
Desde entonces hasta ahora, el impacto negativo del modo de vida sobre el medio ambiente no ha dejado de crecer. La sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación del agua, la contaminación del suelo y la deforestación, la pérdida de biodiversidad, entre otros, han agravado los problemas medioambientales. Para afrontar estos grandes retos, se han generado acciones encaminadas a lograr un estilo de vida sostenible a nivel global que evite que el planeta se siga deteriorando.
¿Cómo llevar un estilo de vida sostenible?
- Reducir el consumo de plástico: El plástico es uno de los mayores contaminantes del medio ambiente, y puede tardar siglos en descomponerse. Por ello, hay que evitar el uso de botellas de plástico, bolsas de plástico y utensilios desechables, y reemplazarlos con alternativas reutilizables como botellas de agua de acero inoxidable, bolsas de tela y utensilios de bambú.
- Comprar productos locales y orgánicos: Los productos locales no sólo apoyan a los agricultores locales, sino que también reducen la cantidad de energía necesaria para transportar los alimentos. Además, elegir alimentos orgánicos puede ayudar a reducir la cantidad de productos químicos utilizados en la agricultura.
- Usar medios de transporte sostenibles: Los medios de transporte sostenibles, como bicicletas, transporte público y coches eléctricos, pueden reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Reducir, reutilizar y reciclar: Reducir la cantidad de residuos que se producen es importante para reducir la huella de carbono. Reutilizar artículos siempre que sea posible, y reciclar cualquier cosa que pueda ser reciclada.
- Optimizar el nivel de consumo energético que se realiza en el día a día. Este objetivo tiene que ser logrado de manera armónica para no comprometer la calidad de vida o la seguridad energética. ¿Cómo se puede lograr? Aprovechando al máximo la luz solar dentro del hogar y creando espacios que tomen ventaja de esa luz. Realizar pequeños gestos como bajar la potencia de luz, utiliza bombillas LED, recordar apagar y desenchufar lo que no se esté utilizando…
- Apostar por la cosmética natural y ecológica
- Eliminar o reducir la carne de la alimentación reducirá de manera considerable el impacto ambiental.
- Apostar por la moda sostenible, prendas hechas con tejidos orgánicos que luego se puedan reciclar o utilizar ropa de segunda mano.