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Descubre los mejores consejos para proteger la piel del frío

El invierno afecta al organismo, especialmente al sistema respiratorio, los huesos y la piel. ¿De qué manera daña el frío la piel? ¿Cómo protegerla?

El invierno afecta al organismo, especialmente al sistema respiratorio, los huesos y la piel. ¿De qué manera daña el frío la piel? ¿Cómo protegerla?
Mujer en la nieve pero correctamente abrigada con guantes y ropa de abrigo. | Pixabay/CC/822640

Todo el mundo ha sufrido en alguna ocasión, con la repentina bajada de temperaturas cuando se acerca el invierno, una tirantez o rojeces o sequedad en la piel. A veces todos estos síntomas juntos. Y aunque pueda parecer que quedarse en casa con peli y manta es el mejor plan.... cuidar el cutis es de las mejores ideas. Habitualmente se considera que tan solo en verano es importante cuidar la piel, ya que el sol puede dañarla gravemente, pero el invierno también es un enemigo. El motivo es que el frío, el viento y la nieve, pero también las calefacciones o los cambios bruscos de temperatura entre el calor de casa o de la oficina y el exterior hacen que la piel se resienta.

Pero, ¿estamos concienciados en cuidar nuestra piel durante todo el año? Lo cierto es que, a juzgar por las estadísticas, los españoles cuidan a conciencia de su piel, de hecho, el 52% del consumo de perfumes y cosmética se dedica a los productos de higiene personal y cuidado de la piel. En concreto, la protección de la epidermis acapara el 28% del gasto en este tipo de productos, ya sean cremas hidratantes, anti-aging o lociones de protección solar. Pero a pesar de esta correcta mentalización, conviene aplicar rutinas de cuidado a nuestra piel adaptadas a la época del año. Recordemos que las zonas más sensibles a las bajas temperaturas son las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos.

Aunque, como es lógico, en invierno hay menos quemaduras solares y menos daños por los rayos ultravioleta, no hay que pasar por alto que la piel se vuelve más sensible en esta época del años. Además, debido a las bajas temperaturas, una de las alteraciones más frecuentes que sufre es la xerosis cutánea, comunmente conocida como piel seca. Asimismo, las pieles secas son más proclives a la deshidratación, y más susceptibles a sufrir ante las inclemencias meteorológicas, por lo que es importante recurrir a los productos adecuados. De hecho, para mantener una piel sana y protegida durante esta temporada, es fundamental seguir algunos cuidados esenciales.

Qué le pasa a la piel en invierno

El frío, especialmente en condiciones extremas, puede resultar dañino para la piel. El motivo es que, con el frío se enlentece la circulación sanguínea, la piel se deshidrata con más facilidad, y se ralentiza el ciclo de renovación de las células cutáneas, por lo que aparece más seca, apagada, con más retención de células epidérmicas muertas y más vulnerable. Esto puede provocar lesiones, como:

  • Sabañones
  • Eczemas
  • Sequedad
  • Tirantez
  • Rojeces

Además, la combinación de frío con el uso de la calefacción puede afectar a las personas con psoriasis o dermatitis atópica, generando nuevos brotes o agravando sus síntomas. Otras enfermedades que pueden empeorar en esta época del año son el fenómeno de Raynaud, que provoca un cambio de color en los dedos, o la urticaria por el frío, que produce picores o rojeces. Por todo ello, es fundamental proteger la piel del frío, la lluvia, el viento y la nieve, siguiendo una serie de cuidados en nuestra rutina y que así luzca bonita para el verano.

Consejos para cuidar la piel

Limpiar la cara mañana y noche es fundamental durante todo el año para eliminar impurezas. Pero, en invierno, es especialmente importante no hacerlo ni con agua demasiado fría ni demasiado caliente. Hay que recordar que la limpieza es el primer gesto para tener una epidermis cuidada. Además, es clave usar los productos adecuados y, en invierno, se necesitan productos específicos para cuidarse. ¿Un truco? Se pueden añadir unas gotas de algún aceite como el de almendras dulces, rosa mosqueta o jojoba.

Y no hay que olvidarse tampoco de aplicar cremas hidratantes corporales después del baño para obtener una correcta hidratación. El motivo es que el frío y el viento pueden despojar a la piel de su humedad natural, por lo que es imprescindible aplicar una crema hidratante rica en ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o manteca de karité.

Además, es crucial evitar el agua muy caliente en la ducha o al lavarse el rostro, ya que puede eliminar los aceites naturales de la piel y aumentar la sequedad. Se recomienda optar por agua tibia y secar la piel con suavidad, sin frotar.

Pero, es importante cuidar la piel de todo el cuerpo, especialmente del rostro y las manos ya que son los más expuestos al frío, al viento y a la lluvia. Por ello, es importante aplicar una crema específica de manos a diario. Y, para tareas domésticas como lavar los platos usa guantes. Y para salir a la calle, protégelas con unos guantes de lana.

Algo que quizá sorprenda a la gente en general es la importancia de utilizar siempre el protector solar, incluso en invierno. El motivo es que, aunque el sol no sea tan intenso, los rayos ultravioleta siguen presentes y pueden dañar la piel. Un protector solar con un SPF mínimo de 30 ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro y las manchas. Lo mismo ocurre con los labios, que pueden resecarse más por las inclemencias del tiempo, por lo que es recomendable aplicar bálsamo labial con regularidad.

Por otro lado, la alimentación juega un papel fundamental en la salud de la piel. Consumir alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, como el salmón, el aguacate y los frutos secos, ayudará a fortalecer la barrera cutánea y a mantener la piel nutrida desde el interior. Igualmente, aunque no apetezca tanto, hidratarse por dentro es crucial durante el invierno. Beber mucha agua junto con caldos e infusiones permitirá estar hidratado por dentro y que se note por fuera. Además también es importante tomar fruta y verdura, que no solo te aportarán hidratación, sino también los antioxidantes necesarios para tu organismo. Y decir adiós a los malos hábitos. El alcohol y el tabaco no son buenos y mucho menos en invierno.

Uno de los problemas del invierno son los sabañones y, con una ropa adecuada, se pueden prevenir. Concretamente es importante llevar prendas de lana. Recordemos que los sabañones son muy comunes en invierno a causa del frío y suelen originar síntomas incómodos, como inflamación, picor, manchas rojas y ampollas. Los sabañones aparecen en los dedos de manos y pies como consecuencia de las bajas temperaturas. En concreto, la microcirculación de la piel puede verse afectada por el efecto del frío, lo que puede provocar la inflamación de pequeños vasos sanguíneos situados en los dedos, una zona muy sensible a la pérdida de calor corporal. Afortunadamente, con el uso de prendas adecuadas puedes prevenir estas incómodas lesiones en la piel, las prendas más adecuadas son las térmicas, guantes o calcetines de lana, que también podemos acompañar de gorros que protejan el pelo y cuero cabelludo, y disminuyan la pérdida de calor del organismo.

Por supuesto, otro factor fundamental para cuidar la piel durante el invierno es evitar el contacto directo de la piel con el radiador. El motivo es que esta costumbre de tocar el radiador con pies o manos puede acarrear consecuencias para la piel, como la aparición de venitas en las piernas. Por eso, hay que evitar acercarse demasiado a las fuentes de calor, como estufas, radiadores, calderas o braseros.

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