El observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, ha captado por segunda vez unas extrañas ondas de radio procedentes de una estrella situada a once años luz de la Tierra. Se trata de una enana roja llamada Ross 128, que es una de las estrellas más próximas a nuestro Sistema Solar.
Pero, ¿en qué consisten las señales captadas? Pues en una serie de pulsos de banda ancha, casi periódicos, muy similares a las que emiten algunos satélites, aunque no parece que se trate de una interferencia.
Los investigadores manejan dos hipótesis principales sobre el origen de estas emisiones. Que se trate de llamaradas del Tipo II de la propia estrella (son un tipo de emisiones que coinciden con una erupción solar). O que sean generadas por algún otro objeto que se encuentre en su misma órbita.
El principal problema para estudiar estas emisiones es que son tan peculiares que, aparte de los telescopios de Arecibo, solo hay otro en China que sea capaz de detectarlas. Pero, actualmente, está fuera de servicio por cuestiones de mantenimiento.
Por supuesto, la posibilidad de que sea una señal alienígena existe, pero ocupa el último lugar en la lista de opciones que manejan los investigadores. No hay que olvidar que también fue en Arecibo donde se recibió la enigmática señal WOW en 1977, que durante varias décadas se postuló como la principal posibilidad de que fuera un mensaje enviado por una civilización extraterrestre. Pero, recientemente, un nuevo estudio reveló que, con toda seguridad, había sido producida por los gases de un cometa.