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La muerte de dos gatos en Melilla obliga a detener las esterilizaciones que exige la ley animalista

La ciudad autónoma investiga las causas de la muerte de los animales operados.

La ciudad autónoma investiga las causas de la muerte de los animales operados.
Los veterinarios insisten en que las colonias felinas deben desaparecer. | Pexels

La Consejería de Salud Pública de Melilla ha anunciado este lunes que ha paralizado las operaciones para esterilizar a los gatos callejeros de la ciudad autónoma después de que al menos dos de los animales hayan muerto y un tercero (hembra) esté afectado por un mal cierre de los puntos quirúrgicos.

La ley de Bienestar Animal obliga a los ayuntamientos a contar con un programa de gestión de colonias felinas que incluya la captura, esterilización y retorno (método CER) de los gatos comunitarios, que es como se denomina ahora a los gatos callejeros. Sin embargo, Melilla se ha visto obligada a detener este programa hasta que se investiguen las causas de la muerte de los animales sometidos al proceso de esterilización.

Según ha explicado la consejera de Políticas Sociales y Salud Pública, Randa Mohamed, la ciudad autónoma ha convocado al Colegio de Veterinarios (la entidad adjudicataria del programa) "para dilucidar los motivos y se ha abierto el correspondiente expediente informativo debido a la denuncia de las asociaciones participantes".

Además, el Colegio de Veterinarios "ha solicitado a las asociaciones de voluntarios que vuelvan a traer a los gatos esterilizados entre el 3 y 13 de junio en la clínica afectada (sólo hay tres) para comprobar el estado de salud de los animales".

Dos millones de euros para las protectoras

El capítulo de la Ley de Bienestar Animal relativo a las colonias felinas es uno de los que más críticas ha desatado entre los veterinarios y los ayuntamientos. El presidente de la Organización Colegial Veterinaria, Luis Alberto Calvo, señaló en declaraciones a Libertad Digital que "el control de las colonias felinas debe tener la finalidad única de reducirlas para que desaparezcan", entre otros motivos, por una cuestión de salud pública.

Y en el caso de los ayuntamientos, las críticas llegan por la falta de fondos públicos para abordar las exigencias de la ley animalista, empezando por el hecho de que en los 8.000 ayuntamientos de España hay un total de 300 veterinarios municipales.

Y la solución para costear el programa de gestión de colonias felinas, como no podría ser de otro modo, es el chorreo de ayudas públicas. Precisamente este lunes el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, del que depende la Secretaría General de Bienestar Animal, ha publicado la convocatoria de subvenciones destinadas a las asociaciones de protección animal privadas sin ánimo de lucro.

La cuantía total de las ayudas públicas asciende hasta los casi 2 millones de euros para este 2024. Peccata minuta comparada con el coste total que supondrá capturar y esterilizar a todos los gatos callejeros de nuestro país.

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