
La localidad de Balaguer (Lérida) vive un nuevo foco de tensión por la gestión de una colonia felina comunitaria que ha acabado con varios gatos muertos, y que ha provocado la indignación y alerta de las asociaciones protectoras e incluso la animalista FAADA ha presentado sendas denuncias penal y administrativa ante el Juzgado de Instrucción de Balaguer.
El conflicto se centra en una colonia de gatos asentada en un recinto municipal que se acaba de arrendar a un particular. En línea con lo que ordena la ley de Bienestar Animal, ese grupo de gatos callejeros estaba siendo gestionado por la asociación local SOS Bigotis de Balaguer. Sin embargo, tal y como denuncia FAADA, los arrendatarios de ese espacio cambiaron el candado de acceso, "impidiendo la entrada de la cuidadora autorizada por el Ayuntamiento", algo que ya ha sucedido en otras localidades con nefasto resultado.
"Esta actuación se produjo a pesar de existir un acuerdo previo con la propiedad que permitía dicho acceso y ha tenido consecuencias fatales: se han encontrado varios gatos muertos, uno de ellos el pasado 8 de octubre", denuncia la asociación.
El conflicto de las colonias felinas
La situación de conflicto, que comienza a ser habitual en varios ayuntamientos, es una derivada de la Ley de Bienestar Animal y de la obligación que tienen los consistorios de proteger las colonias felinas, una medida que no siempre va a la par de las esterilizaciones, también exigidas por la ley animalista, pero demasiado caras para los presupuestos de muchas localidades.
Además, tal y como recuerda FAADA, la ley de Bienestar Animal exige que las personas cuidadoras autorizadas de las colonias felinas puedan acceder a los recintos en los que se ubican los gatos, incluso cuando la parcela sea de titularidad privada. FAADA advierte que la negativa a permitir dicho acceso podría conllevar responsabilidad administrativa y penal, al poner en riesgo vidas y bienestar animal.
De hecho, conscientes de los enfrentamientos que iba a producir la norma, el Gobierno ya ha exigido que cada municipio cuente con un mediador de conflictos entre gatos y vecinos, figura cuyo papel es negociar y facilitar la convivencia entre los ciudadanos, los cuidadores de las colonias felinas y los propios gatos.
Dos denuncias contra el ayuntamiento de Balaguer
En el caso de Balaguer, la asociación animalista FAADA denuncia que en las últimas semanas se han reunido con el Ayuntamiento "para instarle a que adopte medidas urgentes y efectivas que eviten nuevas muertes". Sin embargo "pese a conocer la situación desde hace casi un año, el consistorio no ha actuado con la rapidez y contundencia necesarias. Esta falta de intervención efectiva ha permitido que los hechos se agraven y que se sigan produciendo muertes que podrían haberse evitado", afirman.
Por eso, FAADA ha presentado ante el Juzgado de Instrucción de Balaguer una denuncia penal y una denuncia administrativa por un presunto delito continuado de maltrato animal por omisión —tipificado en el artículo 340 bis del Código Penal— y por el incumplimiento de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales (la Ley de Bienestar Animal).
En ambas denuncias, solicitan "la adopción de medidas cautelares inmediatas que aseguren la alimentación, hidratación y atención veterinaria de los gatos" y también exigen al Ayuntamiento que cumpla con sus obligaciones legales de supervisión y protección de las colonias felinas.

