
El satélite Sentinel-5A ha enviado sus primeras imágenes de gases atmosféricos desde su lanzamiento en agosto de 2025. Los datos incluyen mapas globales de ozono y mediciones de diferentes compuestos en varias regiones del planeta, dentro de la fase inicial puesta en servicio de la misión.
Sentinel-5A forma parte del programa Copernicus y opera desde una altitud de 832 kilómetros, en una órbita polar heliosíncrona que le permite registrar información diaria de todo el planeta. Las primeras imágenes difundidas incluyen un mapa global del ozono, así como mediciones de dióxido de nitrógeno sobre Oriente Medio y Sudáfrica, formaldehído sobre zonas de África y dióxido de azufre procedente de un volcán activo en Rusia. Estas mediciones muestran la capacidad del satélite para identificar diferentes gases distribuidos de manera desigual en la atmósfera.
Sentinel-5A viaja a bordo del primer satélite meteorológico MetOp de segunda generación (MetOp-SG-A1), lanzado en agosto de 2025. La Agencia Espacial Europea prevé incorporar dos espectrómetros adicionales, Sentinel-5A y Sentinel-5B, integrados en los satélites MetOp-SG-A2 y MetOp-SG-A3. La combinación de estos equipos permitirá que la misión Sentinel-5 disponga de una vida útil de más de 20 años, garantizando continuidad en las observaciones de gases atmosféricos esenciales.
Instrumentos para monitorizar
El satélite incorpora un espectrómetro de imágenes de alta resolución que opera en siete bandas espectrales distribuidas entre los rangos ultravioleta, visible, infrarrojo cercano e infrarrojo de onda corta. A través de estas bandas mide gases como ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, formaldehído, glioxal, monóxido de carbono y metano, además de aerosoles e índice UV. Estas observaciones permiten analizar contaminantes atmosféricos, variables climáticas esenciales y el estado de la capa de ozono estratosférico.
El programa Copernicus combina distintos satélites con funciones complementarias. Mientras Sentinel-5 realiza barridos globales diarios desde órbita polar, la misión Sentinel-4 ofrece mediciones cada hora centradas en Europa y el norte de África desde una órbita geoestacionaria.

