La testosterona, una hormona fundamentalmente asociada con el sexo masculino, juega un papel crucial en la salud y el bienestar de las personas. No hay que olvidar que tanto hombres como mujeres cuentan con esta hormona. Y, aunque es normal que los niveles de testosterona disminuyan con la edad, una caída significativa o una condición crónicamente baja de esta hormona puede tener efectos adversos en la salud física, mental y emocional. De hecho, la baja testosterona, también conocida como hipogonadismo, puede afectar a hombres y, en menor medida, a mujeres, conduciendo a diversos problemas de salud. No hay que olvidar que la testosterona tiene mucho menos que ver con el comportamiento, sexual o de otro tipo, de lo que se cree, y mucho más con la salud en general, tanto para hombres como para mujeres.
La testosterona, hormona que en los hombres es producida en los testículos, define características típicamente masculinas, como la gravedad de la voz, el vello facial, la musculatura y la capacidad sexual, por ello, todos los hombres necesitan tener testosterona para poder tener una vida saludable física y psicológicamente. Pero el nivel de esta hormona disminuye naturalmente con la edad, se estima que un 2% al año a partir de los 30-40 años. Generalmente, esta disminución no debería causar problemas para la salud pero ciertas enfermedades, tratamientos o lesiones sí pueden provocar niveles hormonales más bajos de lo normal. La falta de testosterona se llama hipogonadismo y se estima que afecta a 5 hombres de cada 1.000 hombres.
Antes de saber por qué es importante tener unos niveles adecuados de testosterona, hay que recordar que es una hormona sexual y forma parte de las hormonas esteroideas, entre las que se encuentran los andrógenos, estrógenos y progesteronas. Las hormonas son mensajeros químicos en el cuerpo, viajan a través del torrente sanguíneo de un órgano a otro, y son responsables de muchos de los procesos que mantienen con vida. La testosterona es una hormona del grupo de los andrógeno y es la responsable del desarrollo fetal de los órganos sexuales masculinos como los testículos y la próstata. Durante la pubertad, los niveles de testosterona en los hombres se disparan, y esto produce cambios radicales como el aumento de tamaño de los genitales y la producción de esperma, cambios en la voz, vello facial y corporal, cambios en la distribución de la grasa corporal, y crecimiento de los huesos y los músculos. En los hombres adultos, la testosterona mantiene la producción de esperma.
Como ya se sabe, aunque hay diversos factores que influyen la libido de las personas, como los factores psicológicos, el estrés, la edad o el uso de medicamentos, la testosterona influye en el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres. Esta asociación no es, sin embargo, tan evidente y, aunque en general los hombres con niveles más elevados de testosterona tienen más deseo sexual, al estudiar a hombres mayores, las diferencias entre los niveles de los hombres con libido alta y baja no fueron tan grandes como se esperaba.
Pero, ¿Cómo saber si se tiene la testosterona baja o en niveles normales? En general, se estima que el intervalo normal en varones es de 300 a 1000 nanogramos por decilitro (ng/dL). Un valor demasiado bajo puede ser indicio de múltiples condiciones, entre las que se encuentran enfermedades hepáticas, trastornos de la glándula pituitaria, lesiones testiculares, tumores benignos o problemas derivados del consumo de alcohol, entre otras cosas. De todas formas, hay que tener claro que la causa más común de la testosterona baja en hombres es el paso del tiempo, ya que su síntesis desciende con la edad. No obstante, al estudiar la relación entre los niveles de testosterona y la libido en hombres y mujeres saludables, los resultados son complejos. Los niveles más elevados de testosterona en las mujeres aumentaron la frecuencia de masturbación pero disminuyeron el deseo de sexo con otras personas. En los hombres no se apreciaron diferencias en deseo o frecuencia de masturbación asociados con los niveles de testosterona.
Pero, ¿Cuáles son las funciones de la testosterona en el organismo? Pues, al contrario de lo que mucha gente piensa, la mayor parte de las funciones de la testosterona en el organismo son las mismas para hombres y mujeres y van mucho más allá del sexo. Estas son las más importantes:
- Uno de los efectos más conocidos de la testosterona es su capacidad para aumentar la masa muscular y la fuerza. El culturismo es un deporte en el que es bien sabido que sus practicantes utilizan tratamientos con hormonas, como la testosterona o la hormona del crecimiento, así como con sus equivalentes sintéticos, los conocidos esteroides anabólicos.
- En condiciones normales el cerebro es el encargado de mantener los niveles de testosterona adecuados a través de las señales que envía la hipófisis y que activan la producción de la hormona en los testículos o los ovarios. Por eso, uno de los primeros efectos secundarios de tomar testosterona o anabolizantes es que se reduce o desaparece la producción de testosterona de forma natural.
¿Cómo saber si el nivel de esta hormona es más bajo de lo normal?
- Fatiga y letargo
- Depresión, ansiedad, irritabilidad
- Menor deseo sexual, disfunción eréctil o impotencia
- Menor tolerancia al ejercicio y menor fortaleza
- Reducción en la frecuencia del afeitado
- Mayor sudoración y transpiración nocturna
- Baja concentración o memoria
¿En qué puede afectar una testosterona baja?
- Salud física: Uno de los efectos más conocidos de la baja testosterona, especialmente en los hombres, es la disminución de la libido y problemas de función sexual, incluyendo disfunción eréctil. Además, la testosterona baja puede llevar a una reducción de la masa muscular y un aumento de la grasa corporal, alterando la composición corporal y aumentando el riesgo de obesidad. Este cambio en la composición corporal puede contribuir a la debilidad y a la disminución de la energía, afectando la capacidad para realizar actividades físicas.
- Salud ósea: La testosterona juega un papel vital en la densidad ósea. Los niveles bajos pueden debilitar los huesos, incrementando el riesgo de osteoporosis y fracturas, un problema especialmente preocupante en hombres mayores.
- Salud cardiovascular: Existe un debate en la comunidad científica sobre la relación entre la testosterona y la salud cardiovascular. Algunos estudios sugieren que niveles bajos de testosterona pueden estar vinculados a un mayor riesgo de enfermedades del corazón.
- Metabolismo y riesgo de diabetes: La baja testosterona también puede afectar negativamente el metabolismo, aumentando el riesgo de resistencia a la insulina y, potencialmente, de diabetes tipo 2.
- Salud mental y emocional: Además de los efectos físicos, la baja testosterona puede tener un impacto significativo en la salud mental. Puede conducir a la depresión, ansiedad, irritabilidad y una disminución general en el bienestar emocional. También se ha asociado con problemas de memoria y concentración, afectando el rendimiento cognitivo.
No hay que olvidar que los niveles de testosterona fluctúan a lo largo de la vida de una persona. En los hombres, los niveles más altos se observan generalmente en la adolescencia y el principio de la edad adulta, disminuyendo gradualmente con la edad. Tanto los niveles anormalmente bajos o altos de testosterona pueden tener efectos adversos en la salud y requieren atención médica.
¿Quién necesita testosterona?
En los últimos años se han popularizado los tratamientos de terapia hormonal sustitutiva con testosterona para hombres que entran en la mediana edad, cuyos niveles de testosterona empiezan a descender. La hormona incluso se anuncia en algunos casos como la "fuente de la juventud". sin embargo, la comunidad médica se encuentra dividida. Por un lado, durante algún tiempo se ha asociado esta terapia con testosterona a un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, este parece ser menor de lo que pensaba, y los efectos positivos del tratamiento con testosterona pueden compensarlo con creces. Por otro lado, el cáncer de próstata necesita la presencia de testosterona para crecer, pero, al revés, no hay evidencia de que la testosterona sea la causa del cáncer de próstata.
Otra cara del debate es quién debe recibir terapia con testosterona, es decir, qué se considera tener bajos niveles de esta hormona. Un estudio llamado Massachusetts Male Aging Study, estimó la prevalencia de niveles bajos de testosterona en un 25,3% entre los hombres de 40 a 70 años utilizando análisis sangre. El hipogonadismo, que incorpora otros síntomas además de un nivel bajo de testosterona, tiene una prevalencia menor, del 6% al 12%. Hay que recordar que los síntomas habituales del hipogonadismo son una disminución de la libido, disfunción eréctil, anemia, fatiga, reducción de la masa muscular, falta de concentración, crecimiento de los pechos o trastornos del sueño. Sin embargo, muchos de estos síntomas también aparecen en hombres que tienen niveles normales de testosterona.
Según la Asociación Urológica Estadounidense, los tratamientos con testosterona se han triplicado en los últimos años, a pesar de que un cuarto de los hombres que la reciben no se realizan pruebas antes ni hacen seguimiento. Según sus datos, un tercio de hombres reciben testosterona sin reunir los síntomas y, al mismo tiempo, otro tanto que sí se beneficiaría del tratamiento no lo recibe por la reticencia de sus médicos. Pero, por norma general las recomendaciones son que la terapia debe administrarse cuando se detectan niveles bajos de testosterona en sangre (inferiores a 300 ng/dL) y, además, hay síntomas claros, como anemia, pérdida de masa muscular u ósea, o bien hay riesgo por haber recibido medicamentos como corticoides o tratamientos con radiación.