
La epidemia de viruela del mono en países del África subsahariana ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una emergencia sanitaria internacional debido al aumento de contagios de una nueva cepa de esta enfermedad que en 2022 obligó a vacunar a parte de la población en España y otros países occidentales. En el programa Es la Mañana de Federico de esRadio el epidemiólogo Juan José Badiola ha explicado en qué consiste esta enfermedad que cuenta con una mortalidad en esos países del 3%.
El catedrático de la Universidad de Zaragoza ha asegurado que en España no debería haber preocupación a día de hoy porque "todavía el número de casos preocupantes está en África, en República Democrática del Congo y países de alrededor". Sobre el caso del sueco que se ha infectado ha dicho que "es una persona que había estado" en estos países. Advierte sin embargo que "uno no puede confiar demasiado porque los virus viajan a gran velocidad sobre todo a través de los aviones por los viajeros" y que no se debe crear "alarma en absoluto". Badiola ha añadido que "sí que hay que empezar a tomar medidas para prevenir la llegada de posibles casos del exterior". En este sentido, ha dicho que la petición de Ayuso de aumentar los controles en los aeropuertos es "razonable".
"Cuando la OMS adopta una medida de esta naturaleza es que es consciente de que algún virus, o una variante de un virus como es el caso, que es distinta a la que ocurrió en 2022, se está propagando de una manera más rápida de lo habitual", ha señalado sobre la alerta enviada por el organismo internacional. En África por culpa de esta variante de la viruela del mono es cada vez mayor el número de infectados, está produciendo un número de muertes realmente preocupante y sobre todo en este caso en niños". "Eso sí que a la OMS le preocupa porque no es sólo un país, son 14 o 15 países los que han registrado casos", ha añadido.
Por esa razón, el epidemiólogo ha reiterado que cree "que es prudente esa medida que se tomó por unanimidad para evitar una propagación masiva". "Ya lo hemos visto con el Covid, empieza en un país que está a miles de kilómetros y a los pocos días está en la mayoría de los países del mundo", ha recordado. Juan José Badiola ha señalado de todas formas que "no se pueden comparar los servicios sanitarios que tiene Europa con los que disponen una buena parte de esos países".
Para tratar de frenar la expansión del virus el epidemiólogo ha explicado que "lo primero es la detección, ¿esas cifras son reales o son más? Se supone que serían más porque los servicios de vigilancia son más débiles. Una vez que se ha observado la presencia de un virus de esta naturaleza hay que poner en marcha medidas estrictas de prevención y de actuación. Primero, analizar cuáles son las causas y si es posible que la transmisión que se esté produciendo con esta variante no sea la misma que ocurrió en 2022". Ha recordado que "esa estaba relacionada con relaciones sexuales" y la nueva "es posible que tenga otra naturaleza y eso es lo que hay que todavía que estudiar".
Un 3% de mortalidad
"Hay que hacer más pruebas todavía" porque esta variante "no se conoce bien", ha señalado el epidemiólogo que cree que "el virus hay que estudiarlo más y hay que tener más datos" que sean "fiables". "Un 3% de mortalidad es una cifra bastante considerable si tenemos en cuenta que es un virus especialmente mortífero", ha apuntado Badiola y ha añadido que "da la impresión de que esta nueva variante es más patógena que la anterior y que tiene una capacidad de propagación más alta que la anterior".
Ha insistido en que "hay que estudiar bien cuáles son los mecanismos de transmisión" porque "puede ser que sea un contacto persona a persona, pero no hay que olvidar que a pesar de que se llama la viruela del mono este virus puede afectar diversas especies. Algunas veces de pequeños roedores. En estos países tienen la costumbre de comerse estos roedores y en niños está demostrando que podría ser una alternativa de transmisión". El epidemiólogo ha explicado que "este es un virus de origen animal" y que lo porta "no sólo el mono, sino unas 12 o 13 especies de roedores que también transmiten la enfermedad y que en estos países se consumen. En Europa no es el caso, pero en África sí".
Sobre la sintomatología de esta nueva variante ha dicho que tiene los "síntomas clásicos y bien conocidos de esta enfermedad: se forma primero una pústula, una erupción, en determinadas partes del cuerpo, sobre todo en la cabeza, las manos, la espalda, los pies, la zona perianal, y así esa pústula va creciendo y yendo más a más y tarda casi un mes en desaparecer". También "se registra fiebre alta, dolores de cabeza y dolores articulares".
En cuanto a la vacunación de la viruela del mono que en 2022 se concentró en la población homosexual al ser este colectivo el que mayor incidencia del virus tuvo ha dicho que "probablemente habrá que estudiar si podría ser más frecuente otro grupo de riesgo". "Se habla de que hay que vacunar a 10 millones de personas, que haya 10 millones de dosis, que parece ser que en este momento no están disponibles y sí podrían estar dentro de un año aproximadamente. Hay que estudiar cuáles son las poblaciones humanas que están en riesgo en esos países y aumentar la solidaridad internacional porque estos países no disponen de esas dosis vacunales y tendrían que ser cedidas por otros países del mundo", ha indicado.
En este sentido ha dicho que "a pesar de que los niños y las embarazadas son los que más se están contagiando" cree "que sería relevante saber cuál ha sido el mecanismo de transmisión en esas personas y actuar en función de esos mecanismos. Es un virus que es muy contagioso incluso con fómites: ropa de cama, toallas… es menos habitual de los que estamos habituados. Todo eso hay que estudiarlo".
Aumento de casos del virus del Nilo
El epidemiólogo Juan José Badiola también ha hablado del aumento de casos del virus del Nilo en el sur de Andalucía y en zonas de Extremadura. Ha dicho que "esta enfermedad infecciosa se ha establecido ya de forma habitual en el sur de España, sobre todo en Andalucía, y bien un mecanismo de transmisión bastante complejo: está trasmitido por mosquitos". En este sentido, ha advertido que "es difícil luchar" contra las plagas de mosquitos, pero es algo que "hay que hacerlo". Hay que "tener presente que realmente este virus lo transiten también las aves", ha añadido.
Cree que "lo fundamental" para frenar su expansión es "la lucha entomológica, es decir, contra los mosquitos" y estar pendientes a "aquellos lugares en los que haya mortandades súbitas de aves por encima de lo que se considerase normal" porque "habría que estudiar inmediatamente el brote y poner las medidas oportunas". Ha recordado que la legislación prohíbe el uso de pesticidas y plaguicidas que podrían matar a los mosquitos que transmiten la enfermedad pero que "la lucha biológica, con vencejos y murciélagos" puede ser "una forma de reducir la población de mosquitos".
Sobre la población de riesgo de esta enfermedad ha dicho que son "las personas mayores los que tienen que tener mayor cuidado" porque "un virus de estas características puede producir la muerte". Además, ha alertado de que "ls mosquitos no tiene fronteras y muchos de estos mosquitos aprovechan corrientes de altura y trasladarse hasta mil kilómetros". También ha contado que "ahora tenemos otra enfermedad que no es trasmisible a la especie humana que es la enfermedad hemorrágica epizoótica que afecta a ciervos y a vacas y que también se transmite por mosquitos". En este caso como en el del virus del Nilo "no se puede hablar de mosquitos en general, sino especies específicas de mosquitos que son los transmisores. Esta enfermedad no es transmisible a la especie humana".