
El Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha sido pionero en el uso de una nueva terapia para tratar el cáncer de piel no melanoma. Este tratamiento, basado en una resina combinada con el radiofármaco Renio-188, se aplicó a dos pacientes en junio de 2024, quienes ahora están libres de enfermedad. La terapia se presenta como una alternativa para aquellos pacientes que no pueden someterse a los tratamientos convencionales, como la cirugía, debido a factores como la edad o el estado de salud.
El cáncer de piel no melanoma, aunque es menos conocido que el melanoma, "es un tipo de cáncer de piel que comienza cuando las células de la piel llamadas melanocitos crecen fuera de control", explica la American Cancer Society. Este nuevo enfoque permite tratar a un grupo específico de pacientes que, de otro modo, tendrían pocas opciones terapéuticas. Los resultados obtenidos en los primeros casos son altamente positivos, ya que los pacientes no han presentado toxicidad y han mostrado una excelente recuperación estética.
Características de la nueva terapia
El tratamiento se realiza de forma ambulatoria y no requiere anestesia, lo que lo convierte en una opción especialmente adecuada para personas de edad avanzada o con condiciones que les impidan someterse a cirugías. La técnica consiste en aplicar una fina capa de resina que contiene el radiofármaco Renio-188 sobre la lesión cutánea. El contacto de esta resina con la piel permite que el radiofármaco actúe directamente sobre las células cancerígenas.
Cada paciente recibe una dosis de radiación calculada de manera individual, ajustándose a las características de la lesión y del paciente. El procedimiento es indoloro y se lleva a cabo en una única sesión, en la que se emplea un aplicador similar a un pincel para extender la resina sobre un apósito transparente que cubre la lesión. Este apósito se retira una vez que ha transcurrido el tiempo necesario para la absorción del radiofármaco, que suele ser de entre 30 y 180 minutos.
Una vez finalizado el procedimiento, el paciente es dado de alta y solo debe seguir algunas indicaciones básicas, como mantener la piel hidratada y protegida del sol. El hecho de que no se requiera hospitalización o un seguimiento intensivo es uno de los mayores beneficios de esta técnica, tanto para los pacientes como para el sistema sanitario, ya que reduce significativamente el uso de recursos hospitalarios.
Resultados prometedores
Tras tres meses de seguimiento, los dos primeros pacientes que recibieron este tratamiento no presentaron evidencia de la enfermedad, lo que supone un resultado altamente alentador. Además, no experimentaron efectos secundarios significativos, y la recuperación estética fue notablemente buena. Esto es especialmente importante en casos de cáncer de piel, donde la apariencia y la calidad de vida tras el tratamiento juegan un papel fundamental en la satisfacción del paciente.
Este tipo de terapia presenta una alta tasa de eficacia y bajas tasas de recaída, lo que sugiere que podría ser otra opción a la cirugía. Los resultados obtenidos hasta el momento en el Hospital 12 de Octubre refuerzan esta idea, lo que abre la puerta a su uso en un mayor número de pacientes en el futuro.
Origen de la técnica
El desarrollo de esta técnica en el Hospital 12 de Octubre está directamente relacionado con la experiencia de las doctoras Diana Vega y Elisa Martínez, del Servicio de Medicina Nuclear del centro. Ambas especialistas tuvieron la oportunidad de evaluar este tratamiento durante su formación en las rotaciones MIR en el Hospital Sant’Orsola-Malpighi en Italia, donde se trató a 47 pacientes con resultados muy positivos. Los datos obtenidos en esa experiencia fueron presentados en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular en 2022, lo que llevó al hospital madrileño a incorporar esta técnica en su oferta terapéutica.
La implementación de esta terapia en España ha sido fruto de una estrecha colaboración entre los servicios de Medicina Nuclear y Dermatología del Hospital 12 de Octubre. El Servicio de Dermatología se encarga de seleccionar a los pacientes más adecuados para recibir este tratamiento, basándose en criterios clínicos estrictos que garantizan que se obtenga el mayor beneficio posible. A su vez, el Servicio de Medicina Nuclear es responsable de la administración del radiofármaco y del control radiológico del procedimiento.
Su bajo nivel de toxicidad, su alta eficacia y la sencillez del procedimiento lo convierten en una opción muy atractiva para el sistema sanitario, al reducir la necesidad de intervenciones quirúrgicas más complejas y costosas.

