
Silvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas indica que pedir perdón es básico para crear un vínculo sano. Es una forma de demostrar nuestra capacidad de responsabilidad afectiva, es decir, somos conscientes que nuestros actos tienen una consecuencia negativa
en los demás, con el perdón demostramos a la otra persona que nos damos cuenta del mal hecho. Estés de acuerdo, o no.
La disculpa debe ser de corazón
Existen tres pasos para que una disculpa sea sincera: primero, ser consciente, el segundo destinado a pedir perdón y el último, supone la acción. No volver a repetir la acción que daña porque las palabras se las lleva el viento.
Hay personas, como indica en Es la mañana del fin de semana, a las que les cuesta mucho pedir perdón. El orgullo es la principal causa para no pedir perdón.
Educación emocional, básica
De pequeños nos enseñan a ‘hacer las paces’ de una manera casi automática, sin apenas reflexión o gestión emocional sobre lo que acaba de ocurrir. Los niños aprenden de sus mayores, el ejemplo de
los padres es fundamental para que los niños aprendan a gestionar situaciones en las que deben asumir errores y pedir perdón por ellos.
¿Un narcisista sabe pedir perdón?
La respuesta es clara y rotunda: NO. Indica Congost que solo saben pedir perdón si les conviene, actúan de tal forma que el beneficio sea para su causa.
Son muchos los beneficios que el perdón nos ofrece, el perdón siempre nos hará sentir mejor salvo a los narcisistas. A ellos, como decía Óscar Wilde, "Perdona siempre a tu enemigo, no hay nada que le enfurezca más"