
La Comunidad de Madrid ha presentado una encuesta que confirma la magnitud del problema del consumo de drogas en la región. Ante esta realidad, Isabel Díaz Ayuso ha decidido dejar de lado los discursos grandilocuentes y pasar a la acción con el Plan Regional contra las Drogas 2024-2027, una estrategia que busca atajar el problema desde la raíz, lejos de recetas milagrosas y propuestas que parecen sacadas de un festival de Woodstock.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Mónica García, defiende la legalización del cannabis medicinal, generando contradicciones en el discurso oficial sobre salud pública y evidenciando un claro doble rasero en la gestión de las adicciones.
Datos alarmantes y respuestas contundentes
Según el informe ESTUDES 2023, encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España, el cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida entre los jóvenes españoles, con una prevalencia del 28,6% a nivel nacional y del 21,8% en la Comunidad de Madrid, donde su consumo sigue en aumento con la edad. En 2023, más de 5.400 personas fueron hospitalizadas en Madrid por problemas relacionados con esta droga, evidenciando su impacto en la salud pública.
Por otro lado, la reciente encuesta de percepción de drogas en la Comunidad de Madrid revela que el cannabis y los hipnosedantes representan casi el 50% del consumo total de sustancias en la región, con un 20% y un 26% respectivamente. Aunque el consumo de cannabis en Madrid es inferior a la media nacional, el abuso de hipnosedantes es significativamente mayor. A pesar de estos datos, un alentador 54% de los encuestados asegura no haber consumido drogas nunca, lo que refleja tanto avances como la necesidad de seguir combatiendo este problema.
Para afrontar esta crisis, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un plan con 75 medidas concretas, respaldado por una inversión de 200 millones de euros. De estas, el 30% ya están operativas, incluyendo campañas de concienciación como "Los porros destrozan tu vida", que recuerda a los jóvenes que el cannabis no es precisamente la mejor receta para un futuro brillante.
Las medidas más innovadoras incluyen la implementación de buzones anónimos de denuncia en centros educativos, el refuerzo de la figura del agente tutor y la activación del servicio telefónico 012 Atención contra las Drogas, operativo las 24 horas. Además, se han intensificado los controles mediante análisis de aguas residuales para detectar zonas de alto consumo, una estrategia que ha permitido identificar patrones y tomar medidas específicas en las áreas más afectadas.
Mónica García y su defensa del cannabis: ¿coherencia o contradicción?
A pesar de los datos alarmantes, la ministra Mónica García sigue defendiendo la legalización del cannabis medicinal, una propuesta que, según muchos expertos, abre la puerta al consumo recreativo. No es la primera vez que García aboga por esta medida, ya que anteriormente defendió su legalización en la Comunidad de Madrid.
Resulta llamativo que, mientras García promueve restricciones severas para el tabaco y el alcohol, abogue por la normalización del cannabis. ¿No es acaso esta droga igual de peligrosa? Según el informe ESTUDES, el 92,3% de los menores de 20 años en tratamiento por consumo de sustancias lo están debido al cannabis. Cifras que ponen en entredicho la visión edulcorada de la ministra sobre los supuestos "beneficios" de esta sustancia, pues la realidad es tozuda y, la ciencia y los datos dicen lo contrario.
La paradoja del doble rasero
La contradicción es evidente: Mónica García endurece las políticas contra el tabaco y el alcohol, y defiende la normalización del cannabis bajo el pretexto de su uso medicinal, ignorando sus efectos devastadores en la salud mental y el desarrollo cognitivo de los jóvenes.
Ante estas contradicciones, la Comunidad de Madrid ha optado por una estrategia integral que va más allá de las advertencias, apostando por la prevención desde la educación, con campañas en colegios, análisis de aguas residuales para detectar focos de consumo y programas de reinserción para los afectados. El consejero de Presidencia, Miguel Ángel García Martín, ha subrayado la importancia de actuar con firmeza, evitando la banalización del consumo y reforzando el control en los puntos de venta ilegales.
Madrid actúa mientras el Gobierno duda
Mientras el Gobierno central sigue debatiendo la conveniencia de legalizar el cannabis, Madrid ya ha pasado de las palabras a los hechos. La comunidad ha puesto en marcha una serie de medidas que abarcan desde la asistencia psicológica especializada hasta la vigilancia e inspección de establecimientos sospechosos de vender derivados del cannabis. No se trata solo de lanzar campañas de concienciación con lemas impactantes, sino de ofrecer soluciones reales y tangibles, como unidades móviles de desintoxicación y programas de reinserción laboral que brinden una segunda oportunidad a los afectados.
En definitiva, mientras Ayuso y su equipo ponen el foco en la prevención, la asistencia y la reinserción, Mónica García parece más interesada en encontrar formas de darle un barniz socialmente aceptable a una droga con consecuencias devastadoras. En este pulso entre el sentido común y la incoherencia política, Madrid toma la delantera en la lucha contra las drogas, apostando por la vida y el bienestar de sus ciudadanos.



