
El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes al proyecto de Ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad. La norma, expuesta por la ministra de Sanidad, Mónica García, y que ahora iniciará su tramitación parlamentaria, prohíbe —entre otras cosas— el consumo de alcohol para todas las personas en ciertos lugares "donde la presencia de menores sea mayoritaria" así como controles de alcoholemia en entornos educativos.
El texto, que introduce medidas restrictivas para frenar el acceso de los jóvenes al alcohol, establece que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán realizar este tipo de pruebas a menores y mayores de edad en colegios e institutos, o en cualquier otro espacio donde el consumo esté prohibido. Estas pruebas serán no invasivas y podrán repetirse si así lo solicita la persona afectada. En caso de infracción, los menores sancionados podrán sustituir la multa si participan en programas de sensibilización o concienciación.
En cuanto al consumo de alcohol, se prohíbe totalmente para todo tipo de edades en centros educativos de infantil, primaria, secundaria, bachillerato y formación profesional, aunque sí lo permite en universidades. También se veta en centros de protección de menores, residencias estudiantiles con menores y espacios deportivos y de ocio donde se realicen actividades destinadas a este grupo de edad, como competiciones deportivas o conciertos de niños y adolescentes.
Además, impone un límite en la publicidad de bebidas alcohólicas en un radio de 150 metros de centros educativos, sanitarios y parques infantiles y prohíbe toda publicidad "directa, indirecta o encubierta" de alcohol o productos similares dirigida a menores. Según aseguran desde Sanidad, la medida, que entrará en vigor un año después de su publicación, no afectará a las situaciones preexistentes ni a las bebidas fermentadas con menos del 0,5% de alcohol.
En el ámbito comercial, el proyecto Ley deposita en las Administraciones la limitación de nuevos establecimientos de venta de alcohol en zonas cercanas a centros educativos y de protección de menores, aunque exige que las máquinas expendedoras de alcohol incorporen mecanismos de control efectivos para evitar la adquisición por menores. Por su parte, los supermercados y tiendas de autoservicios deberán separar los productos alcohólicos de los espacios destinados a la infancia.
"Desterrar la idea anticientífica"
Según ha explicado Mónica García en la rueda de prensa posterior al Consejo, el objetivo del proyecto es retrasar la edad de inicio en el consumo y reducir los episodios de consumo intensivo. Así, la ministra ha defendido su necesidad asegurando que "no existe una cantidad segura de alcohol que no implique un impacto negativo en la salud" y ha insistido en "desterrar" la "idea arraigada y anticientífica" de que el consumo moderado puede tener beneficios.
Mónica García: "Se prohíbe el consumo de alcohol en cualquier espacio donde la presencia de menores sea mayoritaria" pic.twitter.com/wfDuIir1E3
— Libertad Digital (@libertaddigital) March 11, 2025
Al ser preguntada sobre si se había buscado consenso con los representantes del sector antes de impulsar la ley, la de Más Madrid ha afirmado que ha mantenido encuentros con "todo el mundo", aunque la normativa se haya diseñado con una prioridad clara: "La protección de los entornos de los menores y de los adolescentes".
Se prevé, además, que los servicios de urgencias lleven un registro de casos de intoxicación etílica en menores de 16 años y se involucre a sus padres en el proceso de evaluación.