
Cuando escuchamos hablar del cáncer de mama, pensamos a menudo en superación y esperanza. El lazo rosa se ha convertido en símbolo de visibilidad, en un mensaje optimista asociado a la curación.
Sin embargo, detrás de ese relato existe una realidad más compleja, a la que no se ajusta ese mensaje esperanzador: el cáncer de mama metastásico (CMm). Tal y como explica el Dr. Francisco Ayala, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón: "el cáncer de mama metastásico significa que el tumor se ha diseminado a otras partes del cuerpo, y el objetivo principal es alargar la supervivencia de la paciente mientras se mantiene la mejor calidad de vida posible". Cada mujer que tiene esta enfermedad debe aprender a vivir con ella. Los términos asociados al cáncer de mama no son compatibles cuando se añade el apellido metastásico.
La falta de optimismo en torno a este tipo de cáncer de mama hace que la sociedad mire hacia otro lado. Algo que refleja la falta de conocimiento general y la carencia de recursos e información sobre la enfermedad, dado que el CMm incluye muchos subtipos. Este punto es crucial, ya que determina en gran medida el tratamiento a recibir y las diferentes perspectivas. Ejemplo de ello es el cáncer de mama triple negativo metastásico, el más agresivo de todos.
Las mujeres que reciben este diagnóstico suelen ser más jóvenes que las diagnosticadas con otros subtipos. "Representa un 10-15% de los casos y tiene un impacto alto, especialmente porque afecta a mujeres más jóvenes, lo que repercute en mayor medida en los aspectos emocionales y sociales", indica el Dr. Ayala. Suelen ser mujeres activas, madres, trabajadoras, mujeres en plena vida que de pronto se enfrentan a un futuro incierto. El saber que su enfermedad, además de ser crónica, históricamente ha tenido opciones de tratamiento limitadas, tiene un impacto profundo. A esto se suma el hecho de que, en comparación con otros tipos de cáncer de mama, el triple negativo metastásico presenta una tasa de supervivencia a cinco años considerablemente más baja: 12% frente al 29% de otros subtipos.
Innovación para ofrecer un tratamiento más efectivo
Es en este punto donde la innovación clínica juega un papel fundamental para ofrecer respuestas reales a estas pacientes. "El cáncer de mama metastásico no tiene por qué ser una sentencia de muerte si aunamos los esfuerzos", afirma Pilar Ros, paciente de cáncer de mama metastásico, quien con su testimonio refleja la esperanza y determinación de quienes enfrentan esta enfermedad. Esta reflexión subraya la necesidad urgente de innovación y de un tratamiento más efectivo para las pacientes de CMm.
Además, los grupos de investigación como Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) insisten en que la innovación debe ser considerada parte integral del tratamiento, no un complemento opcional. Como representante de esta fundación, la Dra. Blanca Cantos reafirma este aspecto pidiendo "una apuesta de la sociedad por la investigación como parte de los tratamientos. Si no investigamos, no vamos a conseguir mejoras".
Para la Dra. López Tarruella, especialista en Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, la innovación no debe considerarse un lujo, sino una parte integral del tratamiento: "el cáncer de mama metastásico es una realidad y es fundamental la investigación básica, la traslacional y la clínica para llegar a mejorar los tratamientos actuales". También subrayan la importancia de formar y empoderar a las pacientes, fomentar decisiones compartidas y garantizar el acceso al diagnóstico molecular en todos los hospitales públicos. Concienciar a la sociedad, al gobierno y a las propias pacientes es esencial para avanzar hacia una atención más equitativa y eficiente.
Vivir con esta enfermedad es aprender a valorar cada día, a encontrar sentido incluso en los momentos más difíciles. Y, aunque la cura aún no ha llegado, la ciencia avanza y la esperanza crece. En esta misma línea, el Dr. Ayala muestra esperanza en el futuro ya que "aunque no estamos para triunfalismos, hay opciones adicionales de tratamiento, y muchas veces los ensayos clínicos pueden ser una excelente alternativa. La investigación clínica es fundamental para seguir avanzando". Porque detrás del lazo rosa existen otras historias que también merecen ser contadas, las de mujeres que necesitan más tiempo y, por tanto, más innovación.

