Existen innumerables copias gratuitas del Quijote en formato electrónico. No copias piratas, sino simplemente gratuitas; al no tener que pagar derechos de autor y carecer de costes de impresión, clásicos como la novela de Cervantes son un gancho inmejorable para los vendedores de dispositivos de lectura de libros electrónicos.
Así las cosas, hace falta tener valor para colocar en la tienda de libros de Apple iBookStore una nueva edición del Quijote al precio de 9,48 euros. Valor o quizá otra cosa. El libro emplea el formato EPUB3, que en España sólo son capaces de mostrar los dispositivos de Apple. Este formato permite mostrar al lector las 3.500 anotaciones que incluye la edición de forma muy sencilla, simplemente pulsando en las palabras.
Por poner un ejemplo de su funcionamiento, cuando leamos aquello del "hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor" podremos averiguar qué demonios es un astillero o una adarga pulsando sobre las palabras correspondientes. Aparecerá sobreimpresionada la definición pero no se perderá la página, pudiendo pulsar en cualquier otra parte de la pantalla para que desaparezca. Además de definiciones, el libro ofrece todo tipo de aclaraciones sobre el texto, ayudando en su comprensión, obra del catedrático Florencio Sevilla Arroyo. Además de aprovechar las últimas tecnologías en edición electrónica, el libro incluye 296 ilustraciones del siglo XIX, obra del francés Gustave Doré.
Los lectores que compren el libro en otras tiendas como Amazon o La Casa del Libro y lo lean con otros dispositivos dispondrán de la edición más sencilla, en formato EPUB2 o similares. Amazon apuesta por un formato de similares posibilidades, el KF8. Al habla con Libertad Digital, Bolchiro, los editores de este Don Quijote, aseguran que a partir de noviembre actualizarán la versión para Kindle para intentar ponerla a la par.
Bolchiro asegura que pretende seguir "los procedimientos y costumbres de la industria editorial que hicieron del libro impreso un objeto fácilmente legible, manejable y bello", algo que sin duda han conseguido con esta edición del Quijote. La duda es si los lectores están dispuestos a pagar por ese plus de calidad por una edición electrónica, que no se ve en sus estanterías.