El principal fabricante de discos duros del mundo, Western Digital (WD), ha anunciado en un comunicado que ha llegado a un acuerdo para comprar SanDisk, uno de los principales proveedores de memorias flash por 19.000 millones de dólares. De este modo, la empresa californiana se garantiza su futuro en el mundo del almacenamiento que se avecina, donde los discos SSD tienen cada vez una mayor presencia.
Con la adquisición por parte de Seagate del negocio de discos duros de Samsung en 2011, el mercado estaba dividido básicamente en tres empresas, con Western Digital y Seagate llevándose la parte del león y Toshiba en un distante tercer lugar. Aunque muchos discos duros —sobre todo externos— se vendan con otras marcas, lo más probable es que el dispositivo en sí pertenezca a una de estas tres marcas.
Algo similar sucede con los discos SSD y los demás tipos de memoria flash. Aunque incluso la propia WD y Seagate desarrollan discos de este tipo, los chips NAND que realmente almacenan los datos son diseñados y fabricados principalmente por Samsung, Toshiba, SanDisk, Micron, Hynix e Intel, en este orden. SanDisk era, por tanto, el mayor de estos proveedores que se dedicaba de forma exclusiva a las memorias flash y un objetivo lógico para su adquisición por parte de alguno de los grandes del almacenamiento.
En su comunicado, Western Digital ha asegurado que ambas empresas contaban "con una línea de productos complementarios" y que gracias a la adquisición prevé "duplicar su mercado objetivo". WD espera alcanzar unas sinergias anuales de 500 millones de dólares.