Domino's Pizza ha llegado a un acuerdo con la empresa británica Starship Technologies para que sus robots autónomos de seis ruedas repartan pizzas a clientes en "ciertas ciudades de Alemania y Holanda", empezando por Hamburgo este mismo verano y expandiendo el servicio si todo sale como está previsto.
Los robots de Starship, creada en julio de 2014 por dos fundadores de Skype, Ahti Heinla y Janus Friis, llevarán las pizzas a los clientes que se encuentre en un radio de aproximadamente kilómetro y medio de las pizzerías. La iniciativa será supervisada por un departamento llamado Domino's Robotic Unit que también se encargó de probar el año pasado en Nueva Zelanda un proyecto con drones. La empresa prevé que ambos sistemas de reparto convivirán con el tradicional ciclomotor y a las bicicletas eléctricas y coches que ya emplea en algunos mercados.
"No tiene sentido usar un vehículo de tonelada y media para transportar dos kilos y medio de comida. Es ineficiente", aseguró el director general de Domino's, Don Meij, en una entrevista a finales de año. Estos pequeños robots de seis ruedas están diseñados para circular por aceras y pasos de cebra a una velocidad máxima de 6,4 kilómetros por hora. Lo cual explica por qué, a pesar de que Starlight afirma que son capaces de hacer entregas hasta a cinco kilómetros de distancia, Domino's ha decidido restringirlo algo más: en caso contrario tardaría demasiado en hacer la entrega.
Aunque ninguna de las empresas lo ha aclarado, cabe suponer que los robots se quedarán a la puerta en los bloques de pisos. Son capaces de transportar hasta 9 kilos y sólo se abren para recuperar la carga mediante un código que se enviará al móvil de los clientes. "Dependiendo del tamaño, podemos llevar hasta ocho pizzas en una entrega o una combinación de pizzas, acompañamientos, bebidas y postres", asegura Starship.