Las secadoras se han convertido en un electrodoméstico esencial en muchos hogares, especialmente en zonas con climas húmedos o fríos donde secar la ropa al aire libre es complicado. Sin embargo, no todas las secadoras son iguales.
Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado que existen varios tipos:
- Secadoras de evacuación: son las más tradicionales y suelen tener un precio más económico. Funcionan expulsando el aire caliente y húmedo al exterior a través de un conducto. Requieren una instalación específica cerca de una ventana o un sistema de ventilación, ya que necesitan evacuar el aire fuera de la vivienda. Aunque su tiempo de secado es rápido, son las que más energía consumen y suelen tener una clasificación energética baja.
- Secadoras de condensación: no necesitan una salida al exterior. En su lugar, recogen la humedad de la ropa en un depósito de agua que debe vaciarse manualmente o mediante un sistema de desagüe. Consumen menos energía que las de evacuación, pero más que las de bomba de calor. Su tiempo de secado es intermedio y ofrecen mayor flexibilidad en la instalación.
- Secadoras con bomba de calor: son las más eficientes energéticamente. Utilizan un sistema que reutiliza el calor generado durante el secado, lo que reduce significativamente el consumo eléctrico. Funcionan a temperaturas más bajas, lo que cuida mejor la ropa, aunque los ciclos de secado son más largos. Su coste inicial es más alto, pero el ahorro en la factura eléctrica a largo plazo compensa esta inversión.
El consumo energético de una secadora varía en función de la tecnología que utiliza. Las secadoras con bomba de calor, aunque requieren más tiempo para completar un ciclo, consumen menos energía en comparación con las de resistencias o las de evacuación.
Las etiquetas energéticas
La eficiencia energética de las secadoras está regulada por la Unión Europea mediante etiquetas que clasifican los electrodomésticos según su consumo. Hasta ahora, la escala iba desde A+++ (máxima eficiencia) hasta D (menos eficiente). Sin embargo, a partir del 1 de julio de 2025, esta clasificación se actualizará y simplificará, pasando a una escala de A a G.
Este cambio busca adaptarse a los avances tecnológicos y ofrecer una información más clara al consumidor. Las secadoras más eficientes recibirán la calificación A, mientras que las menos eficientes estarán en la parte inferior de la escala. Además, solo se permitirá la comercialización de secadoras con tecnología de bomba de calor, lo que obligará a los fabricantes a centrarse en modelos más sostenibles y eficientes.
Las nuevas regulaciones también incluirán requisitos de sostenibilidad, como la obligación de proporcionar piezas de repuesto durante un periodo mínimo de años y facilitar la reparación de los electrodomésticos. Esto busca reducir la cantidad de residuos electrónicos y fomentar una economía más circular.
El programa ECO
Está presente en la mayoría de las secadoras modernas y está diseñado para reducir al mínimo el consumo de energía y agua. Aunque los ciclos de este programa son más largos, permiten un secado eficiente con un menor impacto ambiental.
Este tipo de programa es ideal para ropa que no se necesita de inmediato, como sábanas o prendas de uso ocasional. Su funcionamiento a menor temperatura no solo ahorra energía, sino que también prolonga la vida útil de la ropa, evitando el desgaste que pueden provocar los ciclos de alta temperatura.
Factores que considerar
A la hora de elegir una secadora, la OCU explica que es importante tener en cuenta varios factores que afectan tanto al rendimiento como al consumo energético:
- Capacidad de carga: las secadoras están disponibles en diferentes capacidades, que suelen variar entre 7 y 10 kilos. Es recomendable elegir un modelo que se adapte al tamaño del hogar y al volumen de ropa que se necesita secar habitualmente.
- Eficiencia energética: revisar la etiqueta energética es fundamental para conocer el consumo del electrodoméstico. Optar por modelos de alta eficiencia (A o superior en la nueva clasificación) puede suponer un ahorro significativo a largo plazo.
- Programas y funciones: las secadoras modernas ofrecen una amplia variedad de programas adaptados a distintos tipos de tejidos y necesidades. Además del programa ECO, algunos modelos incluyen funciones específicas para ropa delicada, prendas deportivas o ciclos rápidos.
- Nivel de ruido: el nivel de ruido puede ser un factor importante, especialmente en viviendas donde la secadora se instala cerca de zonas de descanso. Las secadoras con bomba de calor suelen ser más silenciosas que las de resistencias.
- Mantenimiento: es importante considerar la facilidad de mantenimiento, como la limpieza del filtro o el vaciado del depósito de agua en las secadoras de condensación.